jueves, 20 de diciembre de 2012

HALLAN EL INFIERNO GRIEGO...
Arqueólogos hallan una cueva donde podría haberse ubicado el Hades, el inframundo griego...





El primer arqueólogo en encontrar la cueva, Giorgos Papathanassopoulos (izquierda), formuló la hipótesis de que la cueva Alepotrypa (“hoyo de zorro”) probablemente había inspirado la creencia en Hades, el inframundo griego regido por el dios del mismo nombre. Una nueva investigación liderada por arqueólogos estadounidenses ha recuperado esta hipótesis, según el material que desenterrado, el cual indicaría que los habitantes del lugar consideraban que se trataba de Hades.


La cueva tiene el tamaño de 4 campos de fútbol y podría haber albergado cientos de personas, haciéndola uno de los poblados prehistóricos más viejos de Europa antes de que colapsara hace 5 mil años.

Arqueólogos encontraron herramientas, cerámica y artefactos de obsidiana, cobre y plata de la época neolítica, hace unos 9 mil años.


  Los sitios fúnebres y los rituales que se llevaron a cabo realmente le dan la sensación del inframundo. Es como Hades, completo con su propio Río Estigia”, dijo el investigador Michael Galaty.

El inframundo estaba rodeado por el río Aqueronte (de la aflicción), el Leteo (del olvido), el Piriflegetonte (del fuego) y el Río Cocito (del Lamento). Cruzando los ríos se tenía que burlar la infranqueable guardia del can Cerbero, para entrar al reino plutoniano.




miércoles, 19 de diciembre de 2012

LOS APOCALIPSIS QUE NO FUERON.....



A lo largo de la historia, muchos fueron los que anunciaron que el final de una era llegaba, en base a cálculos matemáticos y supuestas revelaciones bíblicas. Aquí, el listado:

Año 90: Menos de 100 años después del nacimiento de Cristo, el Papa Clemente I, elegido en el año 88 y fallecido en el 97, profetizó que el fin del mundo sucedería en cualquier momento de ese año.




Año 365: El obispo y escritor francés Hilario de Poitiers pronosticó ese año como el del fin del mundo, ya que alegaba que el último emperador (Constancio II), que lo había desterrado de Frigia, era el Anticristo, y el responsable del final que se acercaba.

Año 400: El obispo San Martín de Tours desde el año 375 comienza a predicar que el fin del mundo llegaría en el 400. Su escrito aseguraba: “No hay dudas de que el anticristo ya nació. Firmemente establecido ya en sus primeros años, después de alcanzar la madurez, alcanzará el poder supremo”. Sus cálculos aseguraban que a los 25 años, el Anticristo se adueñaría del mundo y lo destruiría.

Año 999: La inminente llegada del año 1000 provoca una histeria colectiva, que lleva incluso a iniciar guerras contra los paganos del norte de Europa para “convertirlos” antes de la “Segunda venida”. Miles de personas vendieron sus propiedades y descuidaron sus plantaciones para peregrinar a Jerusalén, a la espera de la llegada del Mesías.

Año 1260: El monje italiano Joaquín de Fiore, que vivió entre los años 1135 y 1202, había asegurado que el fin del mundo estaba previsto para este año. Su cálculo para el fin del mundo rezaba que eran 30 generaciones que pasaban antes del fin de la era, y teniendo en cuenta que 42 años es la edad promedio de una persona, al multiplicar 30 por 42 el resultado era 1.260. Tras su muerte, sus seguidores, denominados “Joaquinitas” formaron un movimiento que avalaba esa teoría, aunque al no pasar nada ese año, aplazaron el fin del mundo un año más, hasta el 1290, aduciendo que faltaba una generación.

Año 1284: El Papa Inocencio III, que vivió entre los años 1161 y 1216, aseguró que el fin del mundo estaba previsto para 666 años después de la fundación del Islam, por lo que la suma de esas cifras le daba ese año.

Año 1496: Según los místicos del siglo XV, teniendo en cuenta que el nacimiento de Cristo se produjo en realidad en el año 4 aC, en ese año se estaba viviendo el 1500 después de su nacimiento, lo que llevaba a que el fin de la era antigua llegara en ese momento.

Año 1666: Teniendo en cuenta que esta fecha es la suma del milenio más el Número de la Bestia, y los diferentes conflictos que se sucedían en Inglaterra, todo hacía prever que el fin del mundo llegaba. Incluso, el Gran Incendio de Londres que ocurrió ese año ayudó a acrecentar los rumores y teorías.

Año 1669: Los Antiguos Creyentes de Rusia estaban convencidos de que el fin del mundo sucedería ese año, lo que llevó a que 20.000 de ellos se inmolaran quemándose, para protegerse de la inminente llegada del supuesto Anticristo.

Años 1843-1844: William Miller, líder del denominado Movimiento Millerita, basado en un minucioso cálculo predijo que la segunda venida de Cristo se produciría entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844, año durante el cual reunió a miles de devotos, a la espera de su llegada. Tras el fracaso de la profecía, se aseguró que el 22 de octubre de 1844 era la fecha en realidad. Para ese día, reunió a todos sus seguidores en una colina, y tras el fracaso, el hecho es recordado como “La gran decepción”.

Año 1891: El 14 de febrero de 1835, Joseph Smith, fundador de la Iglesia Mormona, aseguró que la segunda venida tendría lugar pasados los 56 años, lo que daba como resultado ese año: "El Salvador haría su aparición aquí en la Tierra y la escena final tendría lugar", según el diario de Oliver Boardman Hamington.


Año 1914: Los Testigos de Jehová creyeron que cada uno de los “siete templos” mencionados en el libro bíblico de Daniel era de 360 días, lo que totalizaba 2.520 días. Ellos interpretaron esto como representativo de 2.520 años, comenzando en el año 607 aC, lo que fija como meta el año 1914, más precisamente el día 1 de octubre. De hecho, consideraron la Primera Guerra Mundial como la batalla del Armagedón. Luego de que transcurriera ese año sin que nada pasara, la revista Watchtower predijo que el año final del mundo sería 1915, 1918, 1920, 1925, 1941, 1975, y por último 1994. No, ninguna se cumplió.

Año 1919: El reconocido meteorólogo italiano Alberto Porta, residente en San Francisco, aseguró que para esa fecha una conjunción de seis planetas causaría una corriente magnética tal que “penetraría el sol, causando grandes explosiones de llamas de gas, que finalmente terminarán con la Tierra”. El terror comenzó a expandirse hacia otros países, y muchas personas fueron las que se suicidaron antes de que tal catástrofe llegara.

Año 1987: Leland Jensen, líder de la secta bahá’í, profetizó que el cometa Halley sería desviado a la órbita de la Tierra el 29 de abril del 1986, y los pedazos del cometa cubrirían la Tierra durante un año. La fuerza de la gravedad del cometa podría causar grandes terremotos, y el 29 de abril de 1987 el cometa se estrellaría contra la Tierra causando una destrucción generalizada.

Año 1999: Varias son las teorías que afirmaban que en ese año el fin del mundo llegaría. Desde las publicaciones de los Testigos de Jehová hasta el lingüista Charles Berlitz, quien predijo una devastación nuclear, el impacto de un asteroide o incluso el cambio de polos. Según una publicación astrológica que circulaba en la India, el mundo desaparecería por una serie de graves desastres naturales el 8 de mayo, predicción que llevó a que una importante cantidad de indios entraran en pánico.

Además, los miembros de la secta denominada Iglesia Stella Maris, de Colombia, se reunieron en Sierra Nevada asegurando que el fin del semana del 3-4 de julio de ese año pasarían a ser recogidos por un OVNI que los salvaría del fin del mundo. Sin embargo, el fin del mundo no llegó, pero los más de 30 integrantes de ese culto desaparecieron sin dejar rastros.

Año 2000: Según el arqueólogo Richard W. Noone en su libro 5/5/2000Ice: The Ultimate Disaster, una acumulación de exceso de hielo en la Antártida es la causante de un desequilibrio en la Tierra. Ese desequilibrio cambiaría los polos, lo que podría causar el envío de miles de millones de toneladas de hielo a las cascadas de todos los continentes.

Año 2001: La Academia de Ciencias Unarius, fundada en 1954, aseguró que a fines de este año los “hermanos del espacio” enviarían ovnis a la zona de El Cajón, California, para la inauguración de una nueva era. Sin embargo, en enero de 2002, al ser consultados respecto del error de su profecía, adujeron: "Los hermanos del espacio no aterrizaron porque nosotros, el pueblo de la Tierra, no estamos dispuestos a aceptar los pueblos avanzados de otro planeta".

Año 2003: Este año llegaría el fin del mundo, más precisamente el 5 de mayo, según lo que aseguraba Nuwaubians, un culto a Georgia dirigido por el Dr. Malachi Z. York, que dice ser la encarnación de Dios y un nativo del planeta Rizq, que incluso fue entrevistado por la revista Time en julio de 1999.

Año 2007: Utilizando la numerología, donde mezcló profecías bíblicas, el Y2K, los códigos de la Biblia y la astrología, Thomas Chase confirmó que el Armagedón ocurriría en agosto de este año.






lunes, 17 de diciembre de 2012

DOS SOLES Y UN ARCOIRIS INVERTIDO...APOCALIPSIS?

Se vieron dos soles extras y un arco iris invertido que completó, para muchos, una escena apocalíptica. Los expertos afirmaron que se trata una ilusión óptica.
La semana pasada en China ocurrió un fenómeno muy poco visto. En la mañana de Shanghái se pudo observar dos luces que simulaban ser soles extras y un arco iris invertido, todo con el sol real de centro de escena.




Dicho fenómeno causó miedo y estupor entre los que pudieron observarlo con sus propios ojos. Más de uno relacionó este fenómenos con las predicciones previstas para el 21 de diciembre próximo que, según los Mayas, es el día que comenzará el fin del mundo.
Sin embargo, expertos meteorólogos explicaron que se trata de un fenómeno atmosférico, conocido como 'parhelio' o 'parahelio', que no tiene nada que ver con el supuesto fin del mundo. Según ellos, es una ilusión óptica que suele ser originada por una gran cantidad de las partículas de hielo presentes en las nubes.



domingo, 16 de diciembre de 2012

OVNIS EN SANTA ANA:La vuelta al lugar donde fueron observados un Ovni y sus tripulantes, 26 años después...

En la localidad de Santa Ana se registró a principios del '86 un testimonio que causó revuelo en la provincia y el país. Rito, que en ese entonces tenía 42 años, declaró que vio una nave y dos de sus tripulantes. Ahora, con 68 años volvió a hablar del tema con los cronistas de El Litoral que cubrieron ese caso. Mantiene las mismas descripciones sobre lo que ocurrió en esa zona del Ingenio Primer Correntino.  
Dice el slogan turístico que en Santa Ana de los Guácaras el tiempo no pasa, se detuvo, el visitante parece que estuviera en otro mundo, mucho más atrás, donde el tiempo no pasa y afectivamente, es así. El Litoral fue el primer medio en visitar esta localidad en marzo de 1986, cuando se produjo un espectacular encuentro cercano del tercer tipo, como se lo denomina en la jerga especializada.

Allí el testigo, Rito Melgarejo, que en ese entonces tenía 42 años, había presenciado bien de cerca el descenso de una nave extraterrestre y dos de sus tripulantes, de pequeño tamaño, que causaron conmoción en su momento a nivel nacional.


Las sinuosas calles de arena, más que cálidas en este incipiente verano, son características de este pueblo turístico, y vieron pasar a muchos medios de orden nacional, queriendo entrevistar a Rito Melgarejo, la figura del momento en ese entonces. Pero nuestro diario tuvo el mérito de haber sido el primero en llegar y el que "removió el avispero".
Hoy decidimos volver, con el mismo testigo, el mismo periodista y fotógrafo, sólo que con el evidente paso de los años para uno y otros. Melgarejo se mantiene lúcido y activo, a los 68 años, solamente canoso y con muy poco cabello, además de usar anteojos, necesarios para alguien de esa edad. "Perdí la visión de un ojo señala el testigo al poco tiempo de haber tenido esta experiencia, pero no sé si tendrá que ver con lo que me sucedió".

Nos dio la impresión que allí el tiempo no había pasado, Melgarejo sigue viviendo en una zona que llaman "El mangal" porque su casa está enclavada en medio de muchos árboles de mango, frondosos y altos, que le dan sombra durante el cálido verano. Todo sigue igual, salvo el tiempo que se quedó encima de Rito y su señora, María Magdalena Palomero, que ratifica todos los dichos de su esposo. Ellos viven allí, felices y contentos, en una zona realmente paradisíaca, sin mayores ambiciones, solo estar sanos y en compañía de sus seres queridos. Realmente para imitar.


Queríamos comprobar e investigar algunas cosas que en ese momento pasaron inadvertidas u otras posteriores, como la pérdida de la visión de un ojo del testigo. Con satisfacción comprobamos que Melgarejo se mantiene firme y convencido de lo que le pasó esa noche inolvidable para él. Y cotejando el relato que hizo en esa oportunidad, con el que nos hizo ahora, no hay prácticamente diferencias de fondo, se mantiene firme en sus convicciones y hasta hoy sigue afirmando, ya más tranquilo y relajado por el paso del tiempo que, "para mí que me quisieron llevar".

Rito Melgarejo es un característico habitante del campo correntino, trabajador de sol a sol, que mucho tiempo no tenía para leer nada relacionado a los Ovnis ni nada que se le parezca, su vida es el trabajo y su familia y no tenía idea ni por las tapas de la posibilidad de vida extraterrestre ni que sería lo que vio esa noche. Pero después, su vida cambió, comenzó a mirar más el cielo."Hay noches que se las pasa mirando para arriba, el cielo, parece que tiene miedo que lo vengan a buscar otra vez", señala risueña su señora, a lo que también sonriente Melgarejo asiente con picardía.

En el pueblo hoy todavía me conocen como Ovni afirma entre risas, pero no me molesta, yo sé muy bien lo que me pasó, la verdad, fue algo muy raro, que hasta hoy me acuerdo como si fuera ayer. Al principio mucho no me creyeron, pero después, cuando vieron las huellas y que vino mucha gente a investigar, sí me dieron la razón".

"El primero que vio las huellas y me creyó todo fue mi vecino, don Felipe Sosa, que ya falleció, él también vio como luces que se movían en el cielo en esos días", indicó.
Su relato

Lo que le sucedió esa noche del lunes 17 de marzo de 1986, según su propio relato de esa vez, fue lo que sigue: "Había llovido mucho en esos días y había mucha agua en la zona, yo volvía de jugar a las cartas en casa de unos amigos, a eso de la 1 de la madrugada, en medio del campo veo una luz muy potente que baja del cielo, que me iluminó totalmente, tanto que pude ver mi sombra en el piso, se me vino encima y se quedó a unos 10 ó 15 metros parado en el suelo, no sé qué era ese 'avión lento' (manera muy curiosa de referirse al fenómeno) en ese momento me dí cuenta que de allí bajaron dos seres pequeños, del tamaño de un chico de 6 años. Salieron del aparato y me hacían señas, tenían como un uniforme oscuro ajustado al cuerpo.


Me quedé 'paralizado', sentía como un calambre y un hormigueo en todo el cuerpo, no podía moverme, uno de ellos me hacía señas como llamándome, con la mano, me hablaban en un idioma que yo no entendía, no era castellano, parecía como una radio descompuesta. Yo les dije que no entendía nada, ni quería saber, yo no los veía bien por la luz fuerte, porque al principio me quedé como encandilado. No tenía mucho miedo, pero sí temor. Volvieron a su aparato, se metieron adentro y el objeto desapareció rápidamente en el cielo, en dirección al Paraguay.

Me quedé asombrado y temeroso, traté de volver a mi casa, pero quedé como desconcertado, me desorienté, anduve caminando en el campo hasta cerca de las cuatro de la mañana, en que volví a mi casa, que no estaba muy lejos, a unos 1.000 metros de donde ocurrió esto.

Después pensé que querían llevarme y ahí tuve miedo. Ellos eran como nosotros, sólo que chiquititos, yo le calculo un metro de altura más o menos. Cuando el objeto bajó en el agua, dio la impresión que eran patos chapoteando, por el ruido que hacían. Después de eso me quedó un fuerte dolor de cabeza que no se me pasaba con nada, me duró varios días".

Marcas

Esta fue la experiencia que tuvo Rito Melgarejo, poblador de Santa Ana, cerca del Ingenio Primer Correntino, en la zona denominada El Bajo, un encuentro del tercer tipo con intento de comunicación por parte de estos seres, que al parecer no eran agresivos, sino hubieran actuado de otra forma. No fue esta la primera vez ni será la última de este tipo de contactos en nuestra provincia

En el lugar quedaron unas huellas en el suelo, de 6 centímetros de diámetro por 10 de profundidad, tres en total, como si fueran las patas del objeto. Además, quedó una zona totalmente quemada, a pesar que había agua, de unos 6 metros de diámetro por unos 4 metros de ancho, alrededor el pasto estaba verde, pero allí, totalmente amarillento y reseco. Además, como dato curioso, una anguila que habría estado en el agua, quedó como plastificada, momificada, a tal punto, que cuando concurrimos a investigar, unos cuatro días después, no mostraba signos de descomposición ni olor.

No se comprobó la existencia de huellas de pies de los seres, lo cual demuestra que eran muy livianos, ya que estaba mojado el suelo, o bien no tocaron el mismo, es decir que levitaban.

Melgarejo perdió la visión de un ojo, meses después, lo cual podría atribuirse al encuentro, pero no se puede afirmar con seguridad porqué ocurrió esto.

Uno más de los tantos casos de contacto, que nos demuestra que somos visitados desde hace tiempo, aunque para muchos, esto no es creíble, pero los hechos hablan por sí mismos.

FRANCISCO VILLAGRAN
Especial

sábado, 1 de diciembre de 2012

¡Impresionante! Existe el agua que no moja


Aunque usted no lo crea un grupo de científicos inventó un líquido de iguales características del agua pero que no mojan. ¿Cómo es posible? Enterate en esta nota.  

Este debe ser uno de los inventos más revolucionarios de todos los tiempos: el agua que no moja.
Un grupo de científicos inventó un líquido que si bien tiene la apariencia del agua, no lo es. Su nombre químico es fluorocetona, un gas almacenado en forma líquida que funciona como un extintor aspersor en incendios.
La particular característica de este material es que no conduce la electricidad y por eso no daña los aparatos electrónicos.
Eurídice Ibarlucea, especialista del producto para Latinoamérica explicó que Novec 1230 es amigable con el medio ambiente, ya que contiene una cantidad mínima de carbono. Recalcó también que no es tóxico para el ser humano al contacto con la piel, ojos e incluso en caso de ingestión.











Albert Einstein: la extraña morfología cerebral de un genio
Una investigación publicada esa semana en la revista científica Brain: a journal of Neurology concluye que los lóbulos parietales (zona encargada de recibir ciertas sensaciones) del ganador del Nobel de Física, Albert Einstein, tienen un patrón insólito de surcos y crestas que está relacionado con su capacidad extraordinaria para resolver y conceptualizar inventos y problemas.
Tras su muerte en 1955, a los 76 años, de un aneurisma de aorta, el cerebro de Albert Einstein fue sustraído y fotografiado desde distintos ángulos; se dividió en 240 bloques y miles de secciones histológicas —rodaja fina de un tejido— se prepararon a modo de muestra para su estudio. La corteza cerebral es una capa delgada de materia gris que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales e incluye la corteza motora, sensorial y partes vinculadas con la visión, el habla y la audición.
"En esta investigación particularmente se describe la neuroanatomía externa de esta parte del cerebro de Einstein a partir de 14 fotografías descubiertas recientemente y tomadas desde distintos ángulos, ángulos poco convencionales", asegura vía correo electrónico Dean Falk, antropóloga de la Universidad de Florida y autora del estudio. Estas imágenes han revelado la formación prematura del afamado científico e inventor como violinista; su habilidad para imaginar acontecimientos y ser capaz de prever sus consecuencias, así como su capacidad para el procesamiento visoespacial, según concluye el informe. "Encontrar estas características es difícil, ya que no son obvias. Se deducen por la existencia de pliegues adicionales, bultos poco comunes u otras peculiaridades de la corteza cerebral", prosigue el documento.

El cerebro de Einstein no tenía un tamaño excepcional y su peso era convencional. "Pero queríamos investigar algo que evidenciará el genio que había dentro", continúa la investigadora en las conclusiones del estudio. "A diferencia de lo que habían concluido investigaciones anteriores, estas fotografías han revelado que el cerebro de Einstein no tenía forma esférica. El lóbulo parietal inferior izquierdo es más grande que el derecho, mientras que el lóbulo parietal superior aparece más marcado en el hemisferio derecho de su cerebro. Además, sugieren que tanto la corteza somatosensorial primaria como la motora encargada de la cara y la lengua están más desarrolladas en el hemisferio izquierdo", continúa el equipo de investigadores.

Este estudio puede permitir a otros investigadores comparar los resultados con los de otros afamados científicos y así conseguir trazar la anatomía cerebral de los genios"

Por el contrario, los hallazgos sí concuerdan con los resultados de un estudio de Witelson en 1999: los lóbulos parietales del cerebro de Einstein le dieron al científico unas habilidades extraordinarias. Algo que no sorprendió a Falk y a su equipo. “En esta área es donde se fundamentan los procesos de razonamiento y juicio. Los pliegues en esta parte de la corteza cerebral de Einstein son muy densos, lo que es una evidencia del talento único del científico para cerrar los ojos y visualizar objetos y resolver problemas", agregan los autores en las conclusiones.

"El haber tenido la posibilidad de estudiar el cerebro de Einstein de una forma más profunda y detallada puede permitir a otros investigadores comparar los resultados con los de otros afamados científicos y así conseguir trazar la anatomía cerebral de los genios", concluye el estudio. Algunos de estos cerebros están preservados desde hace décadas, como el de Carl Friedrich Gauss, físico alemán considerado por muchos "el príncipe de las matemáticas", y el del fisiólogo ruso Ivan Pavlov, padre de la psicología conductista.
La investigación sobre el cerebro de Einstein comenzó en 1955, poco después de su fallecimiento en Princeton, Nueva Jersey. Fue entonces cuando los herederos de Einstein, entre ellos su hijo, Hans Albert, aprobaron el estudio de su cerebro. El patólogoThomas Harvey fotografió y seccionó el cerebro del científico. Preparó después 2.000 muestras que distribuyó entre, al menos, 18 investigadores. Tras la muerte de estos, muchas de ellas se perdieron.
Unas 160 de aquellas muestras están en la Universidad de Princeton, y una cantidad adicional de 560 diapositivas se guardan bajo llave en el Museo Nacional de Salud y Medicina en Maryland. Aunque el paradero de otras muchas imágenes del cerebro del genio es desconocido, se han encontrado algunas en Ontario (Canadá), California, Alabama, Hawaii, Filadelfia, Japón y Argentina, según informa el diario Los Angeles Times.