El Incidente OVNI de Manises o Caso Manises fue un avistamiento de origen desconocido ocurrido el 11 de noviembre de 1979, que provocó que un vuelo comercial tuviera que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia).
El suceso lo protagonizó un Supercaravelle de la compañía TAE (ya desaparecida). Este vuelo, el JK-297 con 109 pasajeros, procedía de Salzburgo (Austria) y había hecho escala en Mallorca antes de seguir rumbo a Tenerife.
A medio camino y sobre las 11 de la noche, el piloto Francisco Javier Lerdo de Tejada y su tripulación observaron una serie de luces rojas que se dirigían hacia la propia aeronave. El rumbo de colisión de este presunto artefacto provocó un gran nerviosismo en la tripulación. El comandante pidió información sobre las extrañas luces, pero ni el radar militar de Torrejón de Ardoz (Madrid), ni el centro de control de Barcelona pudieron dar una explicación del fenómeno.
Para evitar una posible colisión, el comandante elevó su aparato, pero las luces hicieron lo mismo y se colocaron a apenas medio kilómetro del avión. La imposiblidad de hacer una maniobra para esquivarlas provocó que el comandante se viese forzado a desviar su rumbo y aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Manises. Era la primera vez en la historia que un avión comercial se veía obligado a aterrizar de emergencia debido a un avistamiento ovni, ya que el no identificado estaba violando todas las normas básicas de seguridad.
Las luces detuvieron la persecución antes del aterrizaje. Tres formas no identificadas fueron detectadas finalmente por el radar. El tamaño de aquella forma luminosa fue calculado en unos 200 m de diámetro, y fue observado por numerosos testigos. Una de las extrañas formas pasó muy cerca de la pista de aterrizaje. Incluso se llegaron a encender las luces de emergencia en previsión de que aquél fuera un vuelo no registrado en apuros.
Ya el día siguiente, sobre las 0.40 horas, un Mirage F-1 despegó de la cercana base aérea de Los Llanos (Albacete) con el objetivo de identificar el fenómeno. El piloto, Fernando Cámara, capitán del Ejército del Aire, tuvo que aumentar su velocidad hasta 1,4 mach para finalmente distinguir una forma troncocónica que cambiaba de color, aunque enseguida el artefacto desapareció de su vista. El piloto recibió información sobre un nuevo eco del radar, que indicaba que un nuevo objeto, o quizás el mismo, estaba sobre Sagunto. Cuando el piloto se acercó lo suficiente, el objeto aceleró y desapareció de nuevo. Pero esta vez, el caza fue blocado (detectado por un radar ajeno concretamente de onda continua como los que usan los misiles). En términos de defensa esto se considera una operación agresiva. Finalmente, ocurrió lo mismo por tercera vez, y esta vez el ovni desapareció definitivamente rumbo a África. Tras hora y media de persecución, y debido a la falta de combustible, el piloto tuvo que volver a su base sin resultados.
lo largo del último medio siglo ha habido múltiples testimonios similares de otros pilotos que han vivido situaciones similares, y se les supone suficientemente preparados para afrontar estos hechos. Sin embargo, en esta ocasión el peligro parece que fue demasiado evidente.
Esto, sumado al hecho de que los medios de comunicación estuvieran saturados en aquella época de noticias ovni, pudo influir tanto en la tripulación del aparato como en la opinión pública. Por eso hay que comprender que se relizara una operación tan extrema como el aterrizaje de emergencia.
Hay múltiples explicaciones de este suceso: desde los que creen que el fenómeno ovni consiste en la visita de habitantes de otros mundos hasta los que piensan que aquellas luces no eran más que astros nocturnos o fenómenos meteorológicos, aunque de estos últimos fenómenos no hay ninguno conocido que tenga la dinámica de las luces del caso Manises.
Los escépticos explican el bloqueo electrónico del Mirage F-1 basándose en que estaba estacionada en la zona la Sexta Flota de la Marina de los Estados Unidos con un potente sistema de guerra electrónica, pendiente de los sucesos de la crisis de los rehenes en Irán.
La explicación oficial vendría gracias al expediente del Ejército del Aire, que sería desclasificado años después, en agosto de 1994. El asunto llegó incluso al Congreso de los Diputados, cuando en septiembre de 1980 el diputado Enrique Múgica pidió una explicación de lo ocurrido.
Una de las explicaciones más recientes de los hechos, auspiciada por la Fundación Anomalía, afirma que las luces vistas por la tripulación del Supercaravelle JK-297 eran en realidad las llamaradas de las torres de combustión de la refinería de Escombreras, junto a Cartagena. No obstante, a las tripulaciones aéreas se las supone suficientemente preparadas para reconocer cuando una luz tiene un origen fijo en el suelo o tiene un movimiento a velocidad similar a un avión, imposible en el caso de una llamarada de una refinería.
El suceso no está cerrado y sigue siendo fruto de debates y todo tipo de explicaciones.
UN ESPACIO PARA INVESTIGAR Y TRATAR DE DESENTRAÑAR ENTRE TODOS LOS MISTERIOS MAS PROFUNDOS QUE HAN ACOMPAÑADO AL HOMBRE DESDE EL ORIGEN DE LOS TIEMPOS...
viernes, 21 de enero de 2011
EL MISTERIO DEL MARY CELESTE
Mary Celeste (Incorrectamente escrito como Marie Celeste) es el nombre de un bergantín botado en Nueva Escocia en 1861. Es considerado un buque fantasma, ya que fue encontrado en pleno Océano Atlántico, navegando a toda vela y sin tripulación, rumbo a Gibraltar. El novelista inglés Arthur Conan Doyle escribió una historia de ficción, J. Habakuk Jephson's Statement, sobre el asunto, historia que levantó gran revuelo en su día, siendo juzgada como verídica por algunos periódicos.
El Mary Celeste fue un bergantín de 31 metros de eslora y 282 toneladas de peso. Fue construido en 1861 y bautizado con el nombre de Amazon en la Isla Spencer en Nueva Escocia, Canadá.
Algunos pensaban que el navío tenía mala suerte debido a algunas desventuras. Su primer capitán no alcanzó a dirigir el barco, ya que murió ahogado e igualmente el segundo durante el viaje inaugural. Sin embargo, después de su desafortunado comienzo, el bergantín tuvo varios años sin sobresaltos con sus dueños hasta que en 1867 quedó varado en tierra firme debido a una fuerte tormenta, en la bahía de Glace, Nueva Escocia. Fue rescatado y vendido a un estadounidense, quien realizó modificaciones importantes y lo rebautizó como Mary Celeste en 1869.
La desaparición de la tripulación del Mary Celeste (ocurrida alrededor del 5 de diciembre de 1872) constituye aún hoy uno de los misterios marítimos más célebres.
El 5 de noviembre de 1872 zarpó, con el capitán Benjamín S. Briggs al mando, desde el puerto de Nueva York. La tripulación consistía en siete hombres, además de la mujer y la hija de dos años del capitán. Transportaban 1.701 barriles de alcohol industrial hasta Génova, Italia.
Un mes después, exactamente el 5 de diciembre, hacia las tres de la tarde, la tripulación del Dei Gratia, un barco que navegaba desde Nueva York hasta Gibraltar, avistó el bergantín cerca de las Azores. El capitán de este barco, David Reed Morehouse, conocía a Briggs, por lo que, cuando estuvieron los dos barcos lo suficientemente cerca y leyó el nombre, Morehouse se temió lo peor, ya que de inmediato se dio cuenta de que no había nadie en cubierta. El capitán mandó a algunos de sus hombres al Mary Celeste, para registrarlo y ayudar en lo posible. Al llegar al barco, no encontraron a ninguno de los tripulantes ni a la familia Briggs. La ropa de unos y otros estaba ordenada en sus respectivos cajones; no encontraron el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro ni la bitácora. El diario de navegación se encontraba en el cuarto del capitán; la última anotación era del día 24 de noviembre, pero no señalaba nada relevante. Según el diario, el tiempo había estado revuelto, pero ninguna otra circunstancia de gravedad.
Después de esta inspección, la tripulación del Dei Gratia decidió llevar el bergantín hasta Gibraltar, para allí examinarlo mejor y encontrar una respuesta al misterio. Al llegar a puerto, sometieron al capitán Morehouse a diversos interrogatorios, ya que incluso se especuló que podía haberse puesto de acuerdo con Briggs para simular su desaparición y obtener algún beneficio de las aseguradoras. Al no descubrirse nada significativo, Morehouse, libre de sospechas, recibió una recompensa de alrededor de 8.000 libras esterlinas por el rescate del bajel.
La nave recuperada fue utilizada durante doce años por distintos propietarios.
En enero de 1885 fue cargado en exceso con chatarra, incluyendo botas y comida para gatos, por su capitán, quién intentó hundirlo para reclamar la póliza del seguro. El plan no funcionó y una investigación por parte de la aseguradora reveló el fraude.
El 9 de agosto de 2001, una expedición encabezada por Clive Cussler (Representante de la Agencia Nacional Marina y Submarina) (NUMA en inglés) y el productor candiense John Davis anunciaron que habían hallado los restos del navío en la isla de Gonave, Haití. El arqueólogo James P. Delgado identificó los restos como los del Mary Celeste.
En la actualidad aún se sigue buscando una explicación para lo ocurrido. La teoría que los jueces declararon oficial, supone que, debido quizá a una fuga de gases del alcohol que se transportaba, el capitán pensó que una explosión o envenenamiento general iban a tener lugar, dando la orden de desalojar el barco inmediatamente.
Hay alguna otra, como la que sugiere que la tripulación se emborrachó con parte de la mercancía a bordo y que, enfurecidos, mataron al capitán Briggs, a su mujer y a su pequeña hija, para después huir en el bote salvavidas. Sin embargo esto resulta difícil de creer, ya que el consumo de alcohol del tipo industrial que portaban es mortal. Además, no se encontraron rastros de un posible motín, aparte de unas manchas rojas en cubierta, que más tarde se comprobaría que no era más que óxido (Otras versiones afirman que sí podía tratarse de sangre, pero posiblemente procedente del pescado que se usaba para cocinar.)
Otras explicaciones son quiméricas, como la que sostiene que toda la tripulación pereció por la acción de alguna monstruosa criatura marina, quizá un calamar gigante (o kraken), o la que cuenta que una banda de piratas capturó pacíficamente a todos los tripulantes. Lo único sabido es que el capitán Briggs, su mujer, su hija Sofía de dos años y los siete marinos restantes, desaparecieron sin dejar rastro en la inmensidad del océano.
El Mary Celeste fue un bergantín de 31 metros de eslora y 282 toneladas de peso. Fue construido en 1861 y bautizado con el nombre de Amazon en la Isla Spencer en Nueva Escocia, Canadá.
Algunos pensaban que el navío tenía mala suerte debido a algunas desventuras. Su primer capitán no alcanzó a dirigir el barco, ya que murió ahogado e igualmente el segundo durante el viaje inaugural. Sin embargo, después de su desafortunado comienzo, el bergantín tuvo varios años sin sobresaltos con sus dueños hasta que en 1867 quedó varado en tierra firme debido a una fuerte tormenta, en la bahía de Glace, Nueva Escocia. Fue rescatado y vendido a un estadounidense, quien realizó modificaciones importantes y lo rebautizó como Mary Celeste en 1869.
La desaparición de la tripulación del Mary Celeste (ocurrida alrededor del 5 de diciembre de 1872) constituye aún hoy uno de los misterios marítimos más célebres.
El 5 de noviembre de 1872 zarpó, con el capitán Benjamín S. Briggs al mando, desde el puerto de Nueva York. La tripulación consistía en siete hombres, además de la mujer y la hija de dos años del capitán. Transportaban 1.701 barriles de alcohol industrial hasta Génova, Italia.
Un mes después, exactamente el 5 de diciembre, hacia las tres de la tarde, la tripulación del Dei Gratia, un barco que navegaba desde Nueva York hasta Gibraltar, avistó el bergantín cerca de las Azores. El capitán de este barco, David Reed Morehouse, conocía a Briggs, por lo que, cuando estuvieron los dos barcos lo suficientemente cerca y leyó el nombre, Morehouse se temió lo peor, ya que de inmediato se dio cuenta de que no había nadie en cubierta. El capitán mandó a algunos de sus hombres al Mary Celeste, para registrarlo y ayudar en lo posible. Al llegar al barco, no encontraron a ninguno de los tripulantes ni a la familia Briggs. La ropa de unos y otros estaba ordenada en sus respectivos cajones; no encontraron el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro ni la bitácora. El diario de navegación se encontraba en el cuarto del capitán; la última anotación era del día 24 de noviembre, pero no señalaba nada relevante. Según el diario, el tiempo había estado revuelto, pero ninguna otra circunstancia de gravedad.
Después de esta inspección, la tripulación del Dei Gratia decidió llevar el bergantín hasta Gibraltar, para allí examinarlo mejor y encontrar una respuesta al misterio. Al llegar a puerto, sometieron al capitán Morehouse a diversos interrogatorios, ya que incluso se especuló que podía haberse puesto de acuerdo con Briggs para simular su desaparición y obtener algún beneficio de las aseguradoras. Al no descubrirse nada significativo, Morehouse, libre de sospechas, recibió una recompensa de alrededor de 8.000 libras esterlinas por el rescate del bajel.
La nave recuperada fue utilizada durante doce años por distintos propietarios.
En enero de 1885 fue cargado en exceso con chatarra, incluyendo botas y comida para gatos, por su capitán, quién intentó hundirlo para reclamar la póliza del seguro. El plan no funcionó y una investigación por parte de la aseguradora reveló el fraude.
El 9 de agosto de 2001, una expedición encabezada por Clive Cussler (Representante de la Agencia Nacional Marina y Submarina) (NUMA en inglés) y el productor candiense John Davis anunciaron que habían hallado los restos del navío en la isla de Gonave, Haití. El arqueólogo James P. Delgado identificó los restos como los del Mary Celeste.
En la actualidad aún se sigue buscando una explicación para lo ocurrido. La teoría que los jueces declararon oficial, supone que, debido quizá a una fuga de gases del alcohol que se transportaba, el capitán pensó que una explosión o envenenamiento general iban a tener lugar, dando la orden de desalojar el barco inmediatamente.
Hay alguna otra, como la que sugiere que la tripulación se emborrachó con parte de la mercancía a bordo y que, enfurecidos, mataron al capitán Briggs, a su mujer y a su pequeña hija, para después huir en el bote salvavidas. Sin embargo esto resulta difícil de creer, ya que el consumo de alcohol del tipo industrial que portaban es mortal. Además, no se encontraron rastros de un posible motín, aparte de unas manchas rojas en cubierta, que más tarde se comprobaría que no era más que óxido (Otras versiones afirman que sí podía tratarse de sangre, pero posiblemente procedente del pescado que se usaba para cocinar.)
Otras explicaciones son quiméricas, como la que sostiene que toda la tripulación pereció por la acción de alguna monstruosa criatura marina, quizá un calamar gigante (o kraken), o la que cuenta que una banda de piratas capturó pacíficamente a todos los tripulantes. Lo único sabido es que el capitán Briggs, su mujer, su hija Sofía de dos años y los siete marinos restantes, desaparecieron sin dejar rastro en la inmensidad del océano.
EL VERDADERO SHERLOCK HOLMES
Joseph Bell
Doctor y profesor universitario en el Edinburgh Infirmary de la Universidad de Edimburgo cuyo método analítico influyó en Arthur Conan Doyle, que lo conoció en 1877 al cursar sus estudios de medicina, a la hora de modelar su famoso personaje de Sherlock Holmes. Era un hombre de gran energía, poeta aficionado, deportista y aficionado a las aves. Joseph Bell contaba con 39 años de edad cuando el célebre escritor comenzó a asistir a sus clases.
Nació en Edimburgo en 1837 en el seno de una familia con precedentes en el campo de la medicina entre los que destacaba Sir Charles Bell, conocido por la descripción de la parálisis de Bell.
Joseph Bell House estudiaba con precisión aspectos como el modo de caminar, el acento, las manos y la indumentaria de una persona y con esta información podía llegar a determinar muchas cosas. Así solía animar a sus alumnos a reconocer a sus pacientes como un zapatero zurdo o como un sargento jubilado que había servido en Barbados mediante la observación precisa del individuo y la deducción lógica. A menudo asombraba tanto al propio paciente como a sus alumnos haciendo afirmaciones de esta índole, a veces incluso antes que el paciente dijera nada. Incluso se dice que ayudó en la investigación de Jack el destripador junto con un amigo suyo (con informes a parte) y que en su hipótesis final los nombres del asesino coincidieron pero se dice que el informe desapareció de las oficinas de Scotland Yard. Este doctor y profesor universitario fue sin duda alguna el inventor de la medicina forense y de lo que hoy conocemos como Investigación de la escena del crimen o CSI: Crime Scene Investigation.
El doctor Bell era consciente de que Doyle lo había tomado como referencia para su obra detectivesca y lo llevaba a gala. Siempre mantuvo interés en su alter ego e incluso prologó uno de los libros de Sherlock Holmes.
Doctor y profesor universitario en el Edinburgh Infirmary de la Universidad de Edimburgo cuyo método analítico influyó en Arthur Conan Doyle, que lo conoció en 1877 al cursar sus estudios de medicina, a la hora de modelar su famoso personaje de Sherlock Holmes. Era un hombre de gran energía, poeta aficionado, deportista y aficionado a las aves. Joseph Bell contaba con 39 años de edad cuando el célebre escritor comenzó a asistir a sus clases.
Nació en Edimburgo en 1837 en el seno de una familia con precedentes en el campo de la medicina entre los que destacaba Sir Charles Bell, conocido por la descripción de la parálisis de Bell.
Joseph Bell House estudiaba con precisión aspectos como el modo de caminar, el acento, las manos y la indumentaria de una persona y con esta información podía llegar a determinar muchas cosas. Así solía animar a sus alumnos a reconocer a sus pacientes como un zapatero zurdo o como un sargento jubilado que había servido en Barbados mediante la observación precisa del individuo y la deducción lógica. A menudo asombraba tanto al propio paciente como a sus alumnos haciendo afirmaciones de esta índole, a veces incluso antes que el paciente dijera nada. Incluso se dice que ayudó en la investigación de Jack el destripador junto con un amigo suyo (con informes a parte) y que en su hipótesis final los nombres del asesino coincidieron pero se dice que el informe desapareció de las oficinas de Scotland Yard. Este doctor y profesor universitario fue sin duda alguna el inventor de la medicina forense y de lo que hoy conocemos como Investigación de la escena del crimen o CSI: Crime Scene Investigation.
El doctor Bell era consciente de que Doyle lo había tomado como referencia para su obra detectivesca y lo llevaba a gala. Siempre mantuvo interés en su alter ego e incluso prologó uno de los libros de Sherlock Holmes.
EL MISTERIO DE LA COMBUSTION ESPONTANEA
Se utiliza el término combustión espontánea humana para describir los casos de incineración de personas vivas sin una fuente externa de ignición aparente. Aunque existen multitud de teorías sobre la combustión espontánea, la posición mayoritaria es de escepticismo sobre la propia existencia del fenómeno. Los defensores de la existencia de este fenómeno contabilizan alrededor de 200 casos desde el siglo XVII.[1] Sin embargo, en la mayoría de los casos apenas hubo una investigación sobre las circunstancias que lo rodearon, y muchos de ellos se basan en testimonios de segunda o tercera mano y se carece de datos tan básicos como el nombre de la víctima o la fecha del incidente.
Los defensores de la existencia del fenómeno, han discrepado durante años sobre la posible causa del fenómeno, recientemente algunos han propuesto como razón más probable de su ocurrencia el inicio de un fuego no-espontáneo con efecto mecha.
Nicolle Millet
Aunque existen historias anteriores, el primer caso de muerte atribuida a la combustión humana espontánea con fecha conocida ocurrió en 1725. El caso fue recogido por el francés Jonas Dupont en el libro De Incendiis Corporis Humani Spontaneis (Sobre el fuego espontáneo en el cuerpo humano). Dupont se inspiró en el caso de un hombre que fue juzgado por el asesinato de su mujer. La víctima, Nicolle Millet, había sido hallada quemada en una silla que permaneció indemne. Durante el juicio, un joven cirujano llamado Nicholas le Cat convenció al jurado de que la muerte de la mujer era un caso de combustión humana espontánea. El acusado fue declarado inocente y el jurado dictaminó que la mujer había muerto «por la visitación de Dios».[3] En Secrets of the Supernatural Joe Nickell afirma que los restos de la señora Millet no fueron encontrados en una silla sin quemar, sino que su cabeza, parte de la columna vertebral y de las extremidades inferiores fueron encontrados quemados en la cocina, donde el suelo se encontraba también quemado. Nickell afima que el marido fue realmente condenado pero que la condena fue revocada posteriormente. Nickell se basa en tres fuentes para su reconstrucción del caso: Elements of Medical Jurisprudence (1835) de G. H. Lewes; Spontanteous Combustion de la Blackwood's Edinburgh Magazine, nº89; y Principals and Practice of Medical Jurisprudence (1883) de T. Stevenson.
Cornelia Zangari di Bandi, Condesa de Cesena
Este caso es famoso por haberlo citado el novelista Charles Dickens en el prefacio de su novela Bleak House. La condesa, de 62 años de edad, murió en algún momento anterior a 1731. La condesa había estado bien todo el día, pero durante la cena se encontraba «embotada y con pesadez». La doncella la acompañó a su habitación y, al día siguiente, al no levantarse a la hora habitual, fue a despertarla y encontró los restos de la condesa. Según el relato, la habitación se encontraba llena de hollín. El cuerpo de la condesa había sido reducido a un montón de cenizas que se encontraba a poco más de un metro de la cama, aunque sus piernas y parte de su cabeza se encontraban relativamente intactas. La cama y el resto del mobiliario no habían sido afectados por el fuego, pero estaban cubiertas por una capa grasienta y maloliente. En el suelo se encontró una lámpara de aceite cubierta de cenizas, pero sin aceite. La forma en la que se encontraron las sábanas parecía indicar que la condesa se había levantado en algún momento de la noche.
Mary Reeser
Este caso reavivó el interés popular por la combustión espontánea, que había decaído a lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX. Mary Reeser era una viuda de 67 años con problemas de sobrepeso, residente en St. Petersburg, Florida. La última vez que se la vio con vida fue el 1 de julio de 1951, cuando su hijo y su casera, Pansy Carpenter, estuvieron con ella por la tarde. Ese día, a las 5 de la madrugada, la señora Carpenter se despertó por un olor a quemado pero, pensando que se trataba de una bomba de agua que se había recalentado, la apagó y volvió a la cama. Por la mañana, recibió un telegrama dirigido a la señora Reeser. Cuando fue a entregárselo, notó que el picaporte estaba caliente, por lo que, alarmada, fue a pedir ayuda. Junto con dos pintores que estaban trabajando cerca, consiguió entrar. El rincón donde se encontraba la silla donde habían dejado la tarde anterior a Mary Reeser se encontraba seriamente quemado. Los más de 75kg de peso de la señora Reeser se habían reducido a cenizas, y sólo su pie izquierdo era identificable. También se encontraron su hígado, algunas vértebras y su cráneo, reducido al tamaño de una pelota de béisbol. Todo el apartamento mostraba daños por calor por encima de los 1,2m de altura. Las paredes estaban cubiertas con un hollín grasiento, un espejo se había roto y varios objetos de plástico se habían fundido. Por debajo de esa altura, la única evidencia de fuego era una pequeña zona circular quemada donde había estado Mary Reeser. Un reloj de pared también fue afectado por el calor y se paró a las 4:20 de la madrugada.[4] El hijo de la señora Reeser declaró que, cuando dejó a su madre, se encontraba fumando un cigarrillo y se había tomado dos cápsulas de Seconal (un barbitúrico). El informe de la policía concluyó que Mary Reeser se había quedado dormida con un cigarro encendido, que éste prendió su bata y el cuerpo se consumió por la combustión de sus tejido grasos.
John Irving Bentley
El Dr. John Bentley era un cirujano retirado de 92 años. El 4 de diciembre de 1966 unos amigos estuvieron de visita en su casa y se fueron alrededor de las 9 de la noche. A la mañana siguiente, Gosnell, un empleado de la compañía eléctrica fue a revisar el contador del Dr. Bentley. Dado que Bentely tenía problemas de movilidad y sólo podía andar con su andador, Gosnell tenía permiso de éste para entrar en el sótano siempre que fuera necesario. Cuando bajó al sótano, Gosnell notó un extraño olor y un hollín azulado, por lo que subió al piso a investigar. El dormitorio estaba lleno de humo, y en el cuarto de baño encontró los restos de John Bentley. Lo único que quedaba de él era un montón de cenizas y su pie derecho. Cerca de los restos estaba su andador, con los mangos de plástico todavía intactos. Al parecer, el Dr. Bentley era un fumador empedernido y bastante descuidado de pipa. En su armario se encontró ropa con quemaduras de tabaco.
Uno de los principales argumentos utilizados por los defensores de una causa paranormal de la combustión humana espontánea es que el cuerpo humano está compuesto principalmente por agua, por lo que no arde muy bien. Sin embargo, en muchos casos de combustión espontánea, los cuerpos de las víctimas fueron reducidos a cenizas. Para llegar el cuerpo a tal estado se necesitan temperaturas de más de 1.700°C.[cita requerida] Incluso en los modernos crematorios, que trabajan con temperaturas de 870-980 °C, los huesos no se consumen completamente y tienen que ser molidos.
El mayor problema que apacerece al estudiar las alegaciones de combustión espontánea es la falta de datos. En la mayoría de los casos no se cuenta con datos forenses o investigaciones detalladas y, en muchos casos se carece de información tan básica como el nombre de la víctima o la fecha del suceso. En los casos en los que se cuenta con descripciones detalladas y fiables aparecen una serie de elementos comunes:
1.El fuego suele estar localizado en el cuerpo de la víctima. Los muebles y electrodomésticos cercanos a la víctima suelen quedar intactos. Los alrededores de la víctima sufren poco o ningún daño.
2.La zona alrededor de la víctima y, a veces el resto de la habitación, se encuentra cubierta de un hollín grasiento.
3.El cuerpo de la víctima suele quedar mucho más quemado que en un incendio convencional. Las quemaduras, sin embargo, no se distribuyen uniformemente por todo el cuerpo. El torso suele quedar muy gravemente dañado, a veces reducido a cenizas, pero las extremidades de las víctimas a veces quedan intactas o poco dañadas.
4.Todos los casos ocurren en el interior de edificios.
5.Casi siempre las víctimas tienen algún problema de movilidad (invalidez, sobrepeso...) o se encuentran incapacitadas (consumo de alcohol, barbitúricos...).
6.En todos los escenarios hay alguna posible fuente externa de ignición.
7.Nunca hay testigos oculares del momento del suceso.
8.Las víctimas son encontradas un largo tiempo después de ser vistas con vida por última vez (típicamente más de 6 horas).[5]
9.Las victimas, en los casos citados, tienden a ser adultos mayores.
Las explicaciones racionales de estos sucesos se engloban en dos categorías básicas: crímenes y efecto mecha.
No es extraño que un criminal intente quemar a su víctima con la intención de encubrir el asesinato. Así, por ejemplo, en el caso de Nicolle Millet, su marido fue detenido y condenado en primera instancia. Al parecer, la policía sospechó inmediatemente de él al saber que mantenía una relación amorosa con una criada. Además, parte del cuerpo se encontró en la cocina, donde parte del suelo también había sido quemado.[4]
El caso de la condesa von Görlitz también se engloba en esta categoría. En 1847, el conde Gorlitz llegó a casa (vivía en la región de Darmstadt) y no pudo encontrar a su esposa. Cuando se forzó la puerta de su habitación privada se halló su cuerpo parcialmente incinerado. La habitación había sufrido daños por el fuego y estaba desordenada, con una puerta y las ventanas rotas. También se halló que el escritorio se había quemado y su espejo se había roto. Las velas de la habitación también se habían fundido. Surgió la cuestión de si esta muerte (en una habitación aparentemente cerrada) había sido provocada por la combustión espontánea.
Tres años después un hombre llamado Stauff, antiguo sirviente de la condesa, fue acusado de su asesinato. Fue arrestado, juzgado y condenado. Stauff confesó que había ido a la habitación de la condesa y que al ver joyas y dinero allí sintió tentaciones. La condesa regresó inesperadamente y le sorprendió con las manos en la masa. En la subsiguiente pelea, Stauff la estranguló. Para encubrir su crimen, amontonó objetos combustibles sobre el escritorio y les prendió fuego. Su intención fue destruir toda la habitación.[
Los defensores de la existencia del fenómeno, han discrepado durante años sobre la posible causa del fenómeno, recientemente algunos han propuesto como razón más probable de su ocurrencia el inicio de un fuego no-espontáneo con efecto mecha.
Nicolle Millet
Aunque existen historias anteriores, el primer caso de muerte atribuida a la combustión humana espontánea con fecha conocida ocurrió en 1725. El caso fue recogido por el francés Jonas Dupont en el libro De Incendiis Corporis Humani Spontaneis (Sobre el fuego espontáneo en el cuerpo humano). Dupont se inspiró en el caso de un hombre que fue juzgado por el asesinato de su mujer. La víctima, Nicolle Millet, había sido hallada quemada en una silla que permaneció indemne. Durante el juicio, un joven cirujano llamado Nicholas le Cat convenció al jurado de que la muerte de la mujer era un caso de combustión humana espontánea. El acusado fue declarado inocente y el jurado dictaminó que la mujer había muerto «por la visitación de Dios».[3] En Secrets of the Supernatural Joe Nickell afirma que los restos de la señora Millet no fueron encontrados en una silla sin quemar, sino que su cabeza, parte de la columna vertebral y de las extremidades inferiores fueron encontrados quemados en la cocina, donde el suelo se encontraba también quemado. Nickell afima que el marido fue realmente condenado pero que la condena fue revocada posteriormente. Nickell se basa en tres fuentes para su reconstrucción del caso: Elements of Medical Jurisprudence (1835) de G. H. Lewes; Spontanteous Combustion de la Blackwood's Edinburgh Magazine, nº89; y Principals and Practice of Medical Jurisprudence (1883) de T. Stevenson.
Cornelia Zangari di Bandi, Condesa de Cesena
Este caso es famoso por haberlo citado el novelista Charles Dickens en el prefacio de su novela Bleak House. La condesa, de 62 años de edad, murió en algún momento anterior a 1731. La condesa había estado bien todo el día, pero durante la cena se encontraba «embotada y con pesadez». La doncella la acompañó a su habitación y, al día siguiente, al no levantarse a la hora habitual, fue a despertarla y encontró los restos de la condesa. Según el relato, la habitación se encontraba llena de hollín. El cuerpo de la condesa había sido reducido a un montón de cenizas que se encontraba a poco más de un metro de la cama, aunque sus piernas y parte de su cabeza se encontraban relativamente intactas. La cama y el resto del mobiliario no habían sido afectados por el fuego, pero estaban cubiertas por una capa grasienta y maloliente. En el suelo se encontró una lámpara de aceite cubierta de cenizas, pero sin aceite. La forma en la que se encontraron las sábanas parecía indicar que la condesa se había levantado en algún momento de la noche.
Mary Reeser
Este caso reavivó el interés popular por la combustión espontánea, que había decaído a lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX. Mary Reeser era una viuda de 67 años con problemas de sobrepeso, residente en St. Petersburg, Florida. La última vez que se la vio con vida fue el 1 de julio de 1951, cuando su hijo y su casera, Pansy Carpenter, estuvieron con ella por la tarde. Ese día, a las 5 de la madrugada, la señora Carpenter se despertó por un olor a quemado pero, pensando que se trataba de una bomba de agua que se había recalentado, la apagó y volvió a la cama. Por la mañana, recibió un telegrama dirigido a la señora Reeser. Cuando fue a entregárselo, notó que el picaporte estaba caliente, por lo que, alarmada, fue a pedir ayuda. Junto con dos pintores que estaban trabajando cerca, consiguió entrar. El rincón donde se encontraba la silla donde habían dejado la tarde anterior a Mary Reeser se encontraba seriamente quemado. Los más de 75kg de peso de la señora Reeser se habían reducido a cenizas, y sólo su pie izquierdo era identificable. También se encontraron su hígado, algunas vértebras y su cráneo, reducido al tamaño de una pelota de béisbol. Todo el apartamento mostraba daños por calor por encima de los 1,2m de altura. Las paredes estaban cubiertas con un hollín grasiento, un espejo se había roto y varios objetos de plástico se habían fundido. Por debajo de esa altura, la única evidencia de fuego era una pequeña zona circular quemada donde había estado Mary Reeser. Un reloj de pared también fue afectado por el calor y se paró a las 4:20 de la madrugada.[4] El hijo de la señora Reeser declaró que, cuando dejó a su madre, se encontraba fumando un cigarrillo y se había tomado dos cápsulas de Seconal (un barbitúrico). El informe de la policía concluyó que Mary Reeser se había quedado dormida con un cigarro encendido, que éste prendió su bata y el cuerpo se consumió por la combustión de sus tejido grasos.
John Irving Bentley
El Dr. John Bentley era un cirujano retirado de 92 años. El 4 de diciembre de 1966 unos amigos estuvieron de visita en su casa y se fueron alrededor de las 9 de la noche. A la mañana siguiente, Gosnell, un empleado de la compañía eléctrica fue a revisar el contador del Dr. Bentley. Dado que Bentely tenía problemas de movilidad y sólo podía andar con su andador, Gosnell tenía permiso de éste para entrar en el sótano siempre que fuera necesario. Cuando bajó al sótano, Gosnell notó un extraño olor y un hollín azulado, por lo que subió al piso a investigar. El dormitorio estaba lleno de humo, y en el cuarto de baño encontró los restos de John Bentley. Lo único que quedaba de él era un montón de cenizas y su pie derecho. Cerca de los restos estaba su andador, con los mangos de plástico todavía intactos. Al parecer, el Dr. Bentley era un fumador empedernido y bastante descuidado de pipa. En su armario se encontró ropa con quemaduras de tabaco.
Uno de los principales argumentos utilizados por los defensores de una causa paranormal de la combustión humana espontánea es que el cuerpo humano está compuesto principalmente por agua, por lo que no arde muy bien. Sin embargo, en muchos casos de combustión espontánea, los cuerpos de las víctimas fueron reducidos a cenizas. Para llegar el cuerpo a tal estado se necesitan temperaturas de más de 1.700°C.[cita requerida] Incluso en los modernos crematorios, que trabajan con temperaturas de 870-980 °C, los huesos no se consumen completamente y tienen que ser molidos.
El mayor problema que apacerece al estudiar las alegaciones de combustión espontánea es la falta de datos. En la mayoría de los casos no se cuenta con datos forenses o investigaciones detalladas y, en muchos casos se carece de información tan básica como el nombre de la víctima o la fecha del suceso. En los casos en los que se cuenta con descripciones detalladas y fiables aparecen una serie de elementos comunes:
1.El fuego suele estar localizado en el cuerpo de la víctima. Los muebles y electrodomésticos cercanos a la víctima suelen quedar intactos. Los alrededores de la víctima sufren poco o ningún daño.
2.La zona alrededor de la víctima y, a veces el resto de la habitación, se encuentra cubierta de un hollín grasiento.
3.El cuerpo de la víctima suele quedar mucho más quemado que en un incendio convencional. Las quemaduras, sin embargo, no se distribuyen uniformemente por todo el cuerpo. El torso suele quedar muy gravemente dañado, a veces reducido a cenizas, pero las extremidades de las víctimas a veces quedan intactas o poco dañadas.
4.Todos los casos ocurren en el interior de edificios.
5.Casi siempre las víctimas tienen algún problema de movilidad (invalidez, sobrepeso...) o se encuentran incapacitadas (consumo de alcohol, barbitúricos...).
6.En todos los escenarios hay alguna posible fuente externa de ignición.
7.Nunca hay testigos oculares del momento del suceso.
8.Las víctimas son encontradas un largo tiempo después de ser vistas con vida por última vez (típicamente más de 6 horas).[5]
9.Las victimas, en los casos citados, tienden a ser adultos mayores.
Las explicaciones racionales de estos sucesos se engloban en dos categorías básicas: crímenes y efecto mecha.
No es extraño que un criminal intente quemar a su víctima con la intención de encubrir el asesinato. Así, por ejemplo, en el caso de Nicolle Millet, su marido fue detenido y condenado en primera instancia. Al parecer, la policía sospechó inmediatemente de él al saber que mantenía una relación amorosa con una criada. Además, parte del cuerpo se encontró en la cocina, donde parte del suelo también había sido quemado.[4]
El caso de la condesa von Görlitz también se engloba en esta categoría. En 1847, el conde Gorlitz llegó a casa (vivía en la región de Darmstadt) y no pudo encontrar a su esposa. Cuando se forzó la puerta de su habitación privada se halló su cuerpo parcialmente incinerado. La habitación había sufrido daños por el fuego y estaba desordenada, con una puerta y las ventanas rotas. También se halló que el escritorio se había quemado y su espejo se había roto. Las velas de la habitación también se habían fundido. Surgió la cuestión de si esta muerte (en una habitación aparentemente cerrada) había sido provocada por la combustión espontánea.
Tres años después un hombre llamado Stauff, antiguo sirviente de la condesa, fue acusado de su asesinato. Fue arrestado, juzgado y condenado. Stauff confesó que había ido a la habitación de la condesa y que al ver joyas y dinero allí sintió tentaciones. La condesa regresó inesperadamente y le sorprendió con las manos en la masa. En la subsiguiente pelea, Stauff la estranguló. Para encubrir su crimen, amontonó objetos combustibles sobre el escritorio y les prendió fuego. Su intención fue destruir toda la habitación.[
lunes, 17 de enero de 2011
EL OVNI DE VARGINHA
A las 8 de la mañana del 20 de enero de 1996, el departamento de bomberos de Varginha, en el estado brasileño de Minas Gerais, recibió una llamada telefónica anónima. El que llamaba les urgió a que investigasen una misteriosa criatura vista en un parque del norte del distrito Jardim Andere.
En Brasil no es raro encontrar animales salvajes deambulando por zonas pobladas, y el departamento de bomberos tiene la responsabilidad de tratar estos incidentes. Dos horas después de recibir la llamada, los bomberos llegaron al Jardim Andere, donde estacionaron para dar una recorrida por el parque.
Como esperaban encontrar un animal salvaje, iban equipados con jaulas y redes. Según los periodistas que entrevistaron a varios testigos oculares, los bomberos subieron por una fuerte pendiente hacia las zonas boscosas del parque, donde quedaron estupefactos ante una extraordinaria visión.
Ante ellos tenían murmurando un bípedo de un metro de altura, ojos de color sangre y extraña piel aceitosa y marrón. Los testigos describieron la criatura con tres protuberancias en su frente y una abertura muy pequeña como boca. También producía un extraño sonido zumbante, aparentemente no muy diferente del de un enjambre de abejas, y parecía estar herido.
Contacto militar
Mientras los bomberos se disponían a capturar a la criatura, el jefe de la brigada llamó a la cercana base militar. El comandante de la base, el general Sergio Coelbo Lima, envió inmediatamente sus tropas a la zona para aislar el parque.
Un hombre observó el incidente desde la terraza de una casa cercana, era el ayudante de construcción Henrique Jose. Posteriormente, dijo a los investigadores que cuatro bomberos atraparon a la criatura con sus redes, la encerraron en una caja de madera y la entregaron a los militares. Después de todo el mundo abandonó la escena rápidamente.
Si el general Lima se congratuló por la eficiencia de la operación, pronto se desilusionó. Más tarde, en el mismo día, el investigador de ovnis Ubirijara Franco Rodrigues, que desconocía el primer incidente, fue informado de otro extraño avistamiento. Una serie de llamadas telefónicas llevaron a Rodrigues a entrevistar a tres chicas que decían que, hacia las 3.30 de la tarde, habían visto una extraña criatura acurrucada junto a un edificio del Jardim Andere (muy cerca de donde fue capturada la primera criatura).
Las chicas dijeron a Rodrigues que la criatura tenía tres protuberancias en la frente y parecía "el demonio". Aterrorizadas, corrieron lo más rápidamente que pudieron a su casa y se lo contaron a la madre de dos de ellas. Mientras tanto, los bomberos y los militares habían sido avisados por los asustados vecinos sobre la segunda criatura que, al igual que la otra capturada el mismo día, parecía herida. La calle se llenó de una multitud para ver cómo los bomberos y los militares capturaban a la criatura con redes y desaparecían rápidamente.
Campaña publicitaria
Sólo fue cuestión de tiempo que Ubirijara Franco Rodrigues se cruzase en el camino de Rodrigues e Pacaccini, un investigador colega. Pacaccini estaba investigando los acontecimientos de la mañana del 20, pero no sabía nada del segundo incidente. Los dos ufólogos se dieron cuenta rápidamente de que estaban investigando dos avistamientos ET distintos. Decidieron unir sus esfuerzos y lanzar una campaña de folletos solicitando entrevistas con más testigos.
Muy pronto, los rumores de que se habían capturado dos extraterrestres se difundieron y aparecieron en varias revistas brasileñas. Los ufólogos de todo el país acudieron a Varginha, tratando de averiguar exactamente qué había sucedido. Se hicieron reuniones, se notificó a la prensa local y, pronto, más de sesenta testigos se pusieron en contacto con los investigadores.
A diferencia de la gran mayoría de casos de ovnis, varias de estas personas eran militares. Muchas familias de Varginha tienen parientes que sirven en las fuerzas armadas y muchos de ellos comentaron abiertamente el incidente del 20 de enero mientras desayunaban en su casa. A los investigadores se les dijo repetidamente que el hermano o el marido de alguien había sido testigo o había intervenido en uno de los incidentes. Les ofrecieron sus nombres y rangos, y los investigadores no perdieron tiempo en buscarlos.
No había duda de que los dos incidentes ocurrieron el 20 de enero en el distrito de Jardim Andere, pero lo que querían saber los investigadores es qué había sucedido después de esto. A medida que los testigos fueron desfilando uno por uno con sus relatos, empezó a aparecer un cuadro más claro.
Parece ser que la primera criatura, capturada el sábado por la mañana, fue llevada a la Escuela de Sargentos de Tres Coraçoes, al sudeste de Varginha. Sin embargo, ninguna de las autoridades que intervinieron en el caso ha revelado qué le sucedió después. Todo lo que se sabe es que un policía que estuvo presente en el incidente del sábado por la mañana había sido herido por la criatura.
Dos días después, el policía moría en el hospital local. Se dijo que la causa de su muerte fue una neumonía, pero, cuando la familia del muerto pidió más detalles, las autoridades hospitalarias se negaron a dar más explicaciones.
Llegada de emergencia
Rodrigues y Pacaccini averiguaron que la segunda criatura fue internada en el hospital regional de Varginha a última hora de la tarde. El mismo día o a la mañana siguiente, la criatura, que al igual que la otra estaba herida, fue transferida al hospital Humanitas de Varginha, situado 1,5 km más lejos. Allí, según fuentes médicas, los doctores estaban mejor equipados para tratar sus heridas.
Testigos del interior del hospital Humanitas dijeron que después la criatura murió y fue declarada muerta a las seis de la tarde del 22 de enero. Muy poco después, al menos quince médicos y varios oficiales militares, policías y bomberos, entraron en la habitación donde yacía la criatura en un ataúd de madera. Parece ser que uno de los médicos abrió la diminuta boca de la criatura, introdujo unas pinzas en su interior y tiró lentamente de una lengua blanca. Después de algunos segundos, el médico abrió las pinzas y la lengua se retrajo inmediatamente.
Los mismos testigos también describieron la criatura con tres dedos y, de nuevo, tres protuberancias en la frente. No tenía órganos sexuales, ni pezones ni ombligo. Parecía tener articulaciones en las piernas, que estaban desolladas y arrugadas, y su piel coincidía con las primeras descripciones: de color marrón y textura aceitosa.
A continuación, la tapa del ataúd fue atornillada y dos militares con mascaras y guantes lo envolvieron en una funda de plástico negro antes de cargarlo en un camión estacionado fuera. A la mañana siguiente temprano, un convoy de camiones militares salió de la zona de Varginha. Se cree que la criatura fue transportada a 320 km al sur de Varginha, a Unicamp, la Universidad de Campinas.
Durante sus investigaciones, Pacaccini reveló que había entrevistado a un operador de radar del ejército del aire brasileño, que le dijo que habían sido alertados por Estados Unidos de que estaban siguiendo el rastro de un ovni que entraba en el espacio aéreo brasileño. La alerta llegó completa, con las coordenadas de longitud y latitud, pero los norteamericanos no pudieron decir si el ovni iba a aterrizar o a estrellarse.
Pacaccini también averiguó que, en los días que precedieron a los acontecimientos, en la región de Varginha se habían producido centenares de avistamientos. El granjero Eurico de Freitas explicó que él y su esposa habían saltado de la cama a primeras horas de la mañana al oír a los animales asustados en su granja. Al mirar por la ventana de su dormitorio, vieron un objeto de color gris que emitía "una especie de humo" y se movía silenciosamente por encina de los campos a unos cinco metros del suelo. Luego desapareció en la noche.
Pacaccini pensó que las dos criaturas cautivas podrían tener un origen humano, posiblemente el resultado de un experimento del ejército que había sido fallido. Si esto no era cierto, podrían ser verdaderos extraterrestres, cuya nave se estrelló en las cercanías del distrito de Jardim Andere, donde se encontraron las criaturas.
Pero, si fue un accidente ¿dónde estaba el lugar del impacto? Pacaccini cree que sus esfuerzos por localizar los restos han sido entorpecidos por los militares y dice que hay un encubrimiento oficial. Parece ser que ha recibido incontables amenazas de muerte a través de llamadas telefónicas anónimas y ha oído decir que si algún militar mencionaba su nombre, se arriesgaba a un arresto de 10 días.
También se dice que el general Coelho Lima había emitido una orden que prohibía que ningún militar hablase o se pusiese en contacto con cualquier ufólogo brasileño. Pero esto no ha impedido que hayan llegado algunos detalles más a los investigadores.
Esta última información sugiere que el gobierno o el ejército de Estados Unidos estaban involucrados. Se cree que un norteamericano estaba presente en la mañana del 20 de enero, cuando la primera criatura fue capturada. A última hora de aquel día, se vio un avión de transporte C-5 o C-17 de las USAF en el aeropuerto de São Paulo. Dos días después, en el aeropuerto de Campinas, junto a la universidad, donde se supone se llevó la segunda criatura, apareció el mismo avión. ¿Significa esto que las dos criaturas, la viva y la muerta, fueron llevadas a Estados Unidos?
Hay más pruebas que sugieren que Estados Unidos puede estar involucrado. En abril de 1996, Luiza Silva, madre de dos de las chicas que vieron la segunda criatura, dice que cuatro extranjeros la visitaron en su casa. Los hombres, que vestían trajes impecables de color crema, le ofrecieron una "gran suma" para que convenciera a sus hijas de que mintieran acerca de su encuentro. Cuando la Sra. Silva se negó, los hombres prometieron volver y se marcharon en un automóvil Lincoln azul de 1994.
¿Una tercera criatura?
Nuevas pruebas sugieren que en el accidente hubo una tercera criatura. En febrero de 1996, cuando un conductor tomaba una curva con su furgoneta, sus faros iluminaron una extraña criatura a 50 m de distancia. Cuando el asombrado conductor frenó para detenerse, vio que la criatura levantaba las manos para proteger sus ojos "de color rojo sangre" de la luz y se perdió en la noche. El conductor también dijo que tenía tres o cuatro dedos en cada mano.
No hay duda de que algo extraordinario sucedió el 20 de enero de 1996, pero quedan sin contestar muchas preguntas. ¿Qué le sucedió a la primera criatura? ¿Y cuales fueron los resultados de la autopsia practicada en la segunda? Si eran extraterrestres, ¿cómo llegaron hasta allí y dónde está su nave espacial? La investigación sobre lo que sucedió en Varginha está lejos de haberse terminado y podría convertirse en uno de los casos más importantes de la historia de la ufología
En Brasil no es raro encontrar animales salvajes deambulando por zonas pobladas, y el departamento de bomberos tiene la responsabilidad de tratar estos incidentes. Dos horas después de recibir la llamada, los bomberos llegaron al Jardim Andere, donde estacionaron para dar una recorrida por el parque.
Como esperaban encontrar un animal salvaje, iban equipados con jaulas y redes. Según los periodistas que entrevistaron a varios testigos oculares, los bomberos subieron por una fuerte pendiente hacia las zonas boscosas del parque, donde quedaron estupefactos ante una extraordinaria visión.
Ante ellos tenían murmurando un bípedo de un metro de altura, ojos de color sangre y extraña piel aceitosa y marrón. Los testigos describieron la criatura con tres protuberancias en su frente y una abertura muy pequeña como boca. También producía un extraño sonido zumbante, aparentemente no muy diferente del de un enjambre de abejas, y parecía estar herido.
Contacto militar
Mientras los bomberos se disponían a capturar a la criatura, el jefe de la brigada llamó a la cercana base militar. El comandante de la base, el general Sergio Coelbo Lima, envió inmediatamente sus tropas a la zona para aislar el parque.
Un hombre observó el incidente desde la terraza de una casa cercana, era el ayudante de construcción Henrique Jose. Posteriormente, dijo a los investigadores que cuatro bomberos atraparon a la criatura con sus redes, la encerraron en una caja de madera y la entregaron a los militares. Después de todo el mundo abandonó la escena rápidamente.
Si el general Lima se congratuló por la eficiencia de la operación, pronto se desilusionó. Más tarde, en el mismo día, el investigador de ovnis Ubirijara Franco Rodrigues, que desconocía el primer incidente, fue informado de otro extraño avistamiento. Una serie de llamadas telefónicas llevaron a Rodrigues a entrevistar a tres chicas que decían que, hacia las 3.30 de la tarde, habían visto una extraña criatura acurrucada junto a un edificio del Jardim Andere (muy cerca de donde fue capturada la primera criatura).
Las chicas dijeron a Rodrigues que la criatura tenía tres protuberancias en la frente y parecía "el demonio". Aterrorizadas, corrieron lo más rápidamente que pudieron a su casa y se lo contaron a la madre de dos de ellas. Mientras tanto, los bomberos y los militares habían sido avisados por los asustados vecinos sobre la segunda criatura que, al igual que la otra capturada el mismo día, parecía herida. La calle se llenó de una multitud para ver cómo los bomberos y los militares capturaban a la criatura con redes y desaparecían rápidamente.
Campaña publicitaria
Sólo fue cuestión de tiempo que Ubirijara Franco Rodrigues se cruzase en el camino de Rodrigues e Pacaccini, un investigador colega. Pacaccini estaba investigando los acontecimientos de la mañana del 20, pero no sabía nada del segundo incidente. Los dos ufólogos se dieron cuenta rápidamente de que estaban investigando dos avistamientos ET distintos. Decidieron unir sus esfuerzos y lanzar una campaña de folletos solicitando entrevistas con más testigos.
Muy pronto, los rumores de que se habían capturado dos extraterrestres se difundieron y aparecieron en varias revistas brasileñas. Los ufólogos de todo el país acudieron a Varginha, tratando de averiguar exactamente qué había sucedido. Se hicieron reuniones, se notificó a la prensa local y, pronto, más de sesenta testigos se pusieron en contacto con los investigadores.
A diferencia de la gran mayoría de casos de ovnis, varias de estas personas eran militares. Muchas familias de Varginha tienen parientes que sirven en las fuerzas armadas y muchos de ellos comentaron abiertamente el incidente del 20 de enero mientras desayunaban en su casa. A los investigadores se les dijo repetidamente que el hermano o el marido de alguien había sido testigo o había intervenido en uno de los incidentes. Les ofrecieron sus nombres y rangos, y los investigadores no perdieron tiempo en buscarlos.
No había duda de que los dos incidentes ocurrieron el 20 de enero en el distrito de Jardim Andere, pero lo que querían saber los investigadores es qué había sucedido después de esto. A medida que los testigos fueron desfilando uno por uno con sus relatos, empezó a aparecer un cuadro más claro.
Parece ser que la primera criatura, capturada el sábado por la mañana, fue llevada a la Escuela de Sargentos de Tres Coraçoes, al sudeste de Varginha. Sin embargo, ninguna de las autoridades que intervinieron en el caso ha revelado qué le sucedió después. Todo lo que se sabe es que un policía que estuvo presente en el incidente del sábado por la mañana había sido herido por la criatura.
Dos días después, el policía moría en el hospital local. Se dijo que la causa de su muerte fue una neumonía, pero, cuando la familia del muerto pidió más detalles, las autoridades hospitalarias se negaron a dar más explicaciones.
Llegada de emergencia
Rodrigues y Pacaccini averiguaron que la segunda criatura fue internada en el hospital regional de Varginha a última hora de la tarde. El mismo día o a la mañana siguiente, la criatura, que al igual que la otra estaba herida, fue transferida al hospital Humanitas de Varginha, situado 1,5 km más lejos. Allí, según fuentes médicas, los doctores estaban mejor equipados para tratar sus heridas.
Testigos del interior del hospital Humanitas dijeron que después la criatura murió y fue declarada muerta a las seis de la tarde del 22 de enero. Muy poco después, al menos quince médicos y varios oficiales militares, policías y bomberos, entraron en la habitación donde yacía la criatura en un ataúd de madera. Parece ser que uno de los médicos abrió la diminuta boca de la criatura, introdujo unas pinzas en su interior y tiró lentamente de una lengua blanca. Después de algunos segundos, el médico abrió las pinzas y la lengua se retrajo inmediatamente.
Los mismos testigos también describieron la criatura con tres dedos y, de nuevo, tres protuberancias en la frente. No tenía órganos sexuales, ni pezones ni ombligo. Parecía tener articulaciones en las piernas, que estaban desolladas y arrugadas, y su piel coincidía con las primeras descripciones: de color marrón y textura aceitosa.
A continuación, la tapa del ataúd fue atornillada y dos militares con mascaras y guantes lo envolvieron en una funda de plástico negro antes de cargarlo en un camión estacionado fuera. A la mañana siguiente temprano, un convoy de camiones militares salió de la zona de Varginha. Se cree que la criatura fue transportada a 320 km al sur de Varginha, a Unicamp, la Universidad de Campinas.
Durante sus investigaciones, Pacaccini reveló que había entrevistado a un operador de radar del ejército del aire brasileño, que le dijo que habían sido alertados por Estados Unidos de que estaban siguiendo el rastro de un ovni que entraba en el espacio aéreo brasileño. La alerta llegó completa, con las coordenadas de longitud y latitud, pero los norteamericanos no pudieron decir si el ovni iba a aterrizar o a estrellarse.
Pacaccini también averiguó que, en los días que precedieron a los acontecimientos, en la región de Varginha se habían producido centenares de avistamientos. El granjero Eurico de Freitas explicó que él y su esposa habían saltado de la cama a primeras horas de la mañana al oír a los animales asustados en su granja. Al mirar por la ventana de su dormitorio, vieron un objeto de color gris que emitía "una especie de humo" y se movía silenciosamente por encina de los campos a unos cinco metros del suelo. Luego desapareció en la noche.
Pacaccini pensó que las dos criaturas cautivas podrían tener un origen humano, posiblemente el resultado de un experimento del ejército que había sido fallido. Si esto no era cierto, podrían ser verdaderos extraterrestres, cuya nave se estrelló en las cercanías del distrito de Jardim Andere, donde se encontraron las criaturas.
Pero, si fue un accidente ¿dónde estaba el lugar del impacto? Pacaccini cree que sus esfuerzos por localizar los restos han sido entorpecidos por los militares y dice que hay un encubrimiento oficial. Parece ser que ha recibido incontables amenazas de muerte a través de llamadas telefónicas anónimas y ha oído decir que si algún militar mencionaba su nombre, se arriesgaba a un arresto de 10 días.
También se dice que el general Coelho Lima había emitido una orden que prohibía que ningún militar hablase o se pusiese en contacto con cualquier ufólogo brasileño. Pero esto no ha impedido que hayan llegado algunos detalles más a los investigadores.
Esta última información sugiere que el gobierno o el ejército de Estados Unidos estaban involucrados. Se cree que un norteamericano estaba presente en la mañana del 20 de enero, cuando la primera criatura fue capturada. A última hora de aquel día, se vio un avión de transporte C-5 o C-17 de las USAF en el aeropuerto de São Paulo. Dos días después, en el aeropuerto de Campinas, junto a la universidad, donde se supone se llevó la segunda criatura, apareció el mismo avión. ¿Significa esto que las dos criaturas, la viva y la muerta, fueron llevadas a Estados Unidos?
Hay más pruebas que sugieren que Estados Unidos puede estar involucrado. En abril de 1996, Luiza Silva, madre de dos de las chicas que vieron la segunda criatura, dice que cuatro extranjeros la visitaron en su casa. Los hombres, que vestían trajes impecables de color crema, le ofrecieron una "gran suma" para que convenciera a sus hijas de que mintieran acerca de su encuentro. Cuando la Sra. Silva se negó, los hombres prometieron volver y se marcharon en un automóvil Lincoln azul de 1994.
¿Una tercera criatura?
Nuevas pruebas sugieren que en el accidente hubo una tercera criatura. En febrero de 1996, cuando un conductor tomaba una curva con su furgoneta, sus faros iluminaron una extraña criatura a 50 m de distancia. Cuando el asombrado conductor frenó para detenerse, vio que la criatura levantaba las manos para proteger sus ojos "de color rojo sangre" de la luz y se perdió en la noche. El conductor también dijo que tenía tres o cuatro dedos en cada mano.
No hay duda de que algo extraordinario sucedió el 20 de enero de 1996, pero quedan sin contestar muchas preguntas. ¿Qué le sucedió a la primera criatura? ¿Y cuales fueron los resultados de la autopsia practicada en la segunda? Si eran extraterrestres, ¿cómo llegaron hasta allí y dónde está su nave espacial? La investigación sobre lo que sucedió en Varginha está lejos de haberse terminado y podría convertirse en uno de los casos más importantes de la historia de la ufología
miércoles, 12 de enero de 2011
JIDDU KRISHNAMURTI
Krishnamurti nació el 11 de mayo de 1895 en el pequeño pueblo de Madanapalle, próximo a Madrás, en la India. Su apellido es Jiddu, pero, según la costumbre de su casta, se le conoce bajo su nombre; KRISHNAMURTI, que significa "apariencia de Krishna" nombre que se le ha dado por haber sido, como el dios Krishna, el octavo hijo varón de sus padres. Su padre era un funcionario menor del gobierno. Su madre murió prematuramente cuando él tenía diez años. A principios de 1909 su padre perdió posición, cayó en la miseria y se retiró con sus cuatro hijos supervivientes a los Cuarteles Internacionales de la Sociedad Teosófica en Adyar, Madrás, donde se le dio un trabajo de secretario,
En esta época la mayoría de los teósofos creían en la próxima venida de un Instructor del Mundo, así como el Buda o Jesús, a enseñar a los hombres el camino de la luz y de la salvación, en medio de la confusión de nuestro siglo. Un importante miembro de la Sociedad, Charles W. Leadbeater, vio a Krishnamurti (al que a partir de ahora nombraremos como K) en la playa de Adyar y declaró que su aura estaba exenta de la menor pizca de egocentrismo. Leadbeater escribió a la Presidenta de la Sociedad, la célebre Annie Besant, que por entonces se encontraba en Europa, diciéndole que creía haber hallado el "vehículo" para el Instructor del Mundo. Cuando más tarde, en ese mismo año, Mrs. Besant regresó a la India, respaldó el "descubrimiento", y poco tiempo después obtuvo el consentimiento del padre de K para adoptarlo a él y a su hermano menor Nitya, del cual K se negaba a separarse.
En 1911, Mrs. Besant y Leadbeater fundaron una organización que se llamó la Orden de la Estrella de Oriente, y K fue designado jefe de la misma. En 1912 Mrs. Besant llevó a los muchachos a Inglaterra y los dejó allí para que fueran educados por tutores teósofos. Ambos permanecieron en Europa hasta finales de 1921, cuando Mrs. Besant los mandó llamar de regreso a la India, a fin de que K diera comienzo a su misión de conferenciante para la Teosofía y la Orden de la Estrella. En esa época Nitya había contraído tuberculosis; pese a que un especialista suizo le trató y le dijo que estaba curado, el muchacho sufrió varias recaídas. De la India viajaron a Sydney, donde vivía Leadbeater. Al empeorar el estado de Nitya, los hermanos decidieron regresar a Suiza en busca del especialista; lo hicieron vía América del Norte. Aterrizaron en San Francisco y decidieron aceptar en préstamo una cabaña en el valle de Ojai -a unas ochenta millas al norte de Los Ángeles-, un valle que se recomendaba como particularmente beneficioso para los tísicos.
Este sería con el tiempo un lugar clave en la vida de K e, incluso, el de su muerte.
Tras once meses allí, los dos hermanos regresaron a Europa. A Nitya se le dio por curado ese año, 1923. Sin embargo, dos años después sufrió una recaída y falleció en noviembre de 1925. Esto supuso un terrible golpe anímico para K. Una vez recuperado, continuó su intensa actividad ofreciendo pláticas en diversas partes del mundo.
Fue un gran choque para todos los líderes de la Teosofía y para la mayor parte de los seguidores de K, cuando en agosto de 1929, en Ommen (Holanda) y ante Mrs. Besant y 3.000 miembros, él disolvió la Orden de la Estrella. De aquel brillante discurso han quedado algunos muy significativos trozos: "Yo sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable, no puede ser organizada; ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente por algún sendero particular."
A partir de esta significativa ruptura, la Sociedad Teosófica entra en una grave crisis interna que todavía acusa. K comienza una nueva vida dedicada íntegramente a la difusión de su enseñanza por todo el mundo, ya de una manera libre. Entre 1929 y 1938, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, K dio numerosas conferencias en Holanda, Inglaterra, Italia, Noruega, América del Norte y del Sur, Australia y la India. Refugiado en California, de 1939 a 1945, durante la Guerra, volvió a reanudar sus conferencias en 1944. El período de 1939 a 1945 fue el menos activo exteriormente, pero en forma interior se estaba efectuando en él la elaboración de una nueva técnica de expresión. El fondo permanecía idéntico, pero la forma tendía a renovarse y liberarse, sobre todo de la atmósfera que emanaba de ciertos medios teosóficos. Desde 1947, K volvía a hacer sus giras de conferencias en el mundo entero. Su obra First and Last Freedom, con el prólogo del célebre escritor inglés Aldous Huxley, dio de repente a su pensamiento un gran esplendor y fue muy estimada en todos los círculos culturales del mundo.
De marzo a mayo de 1950 vivió en París; allí dio numerosas conferencias en el gran anfiteatro de la Sorbona y en el Instituto Pasteur. Después marchó a Estados Unidos dando conferencias en Nueva York y Washington. De 1961 a 1985, además de sus conferencias en la India y América, K tomó la palabra cada verano en Saanen, Suiza. Esta labor la realizó sin interrupciones hasta pocos meses antes de su muerte, cuando contaba noventa años de edad. Su vida fue un constante viajar por muchos países del mundo. Escribió algunos libros personalmente (tres volúmenes de "Comentarios sobre el Vivir", tres de su "Diario", dos de "Cartas a las escuelas", etc., aunque la mayoría de ellos son transcripciones fieles de sus charlas y conferencias. Importantes personalidades mundiales bebieron de su enseñanza y multitud de personas acudían anualmente a las conferencias que daba invariablemente en Saanen (Suiza), Brockwood Park (Inglaterra), Ojai (California) y Valle de Rishi (India).
Una Fundación, con sede en Inglaterra, sin ánimo lucrativo, editaba los libros y con su importe subvencionaba las conferencias, que siempre fueron gratis, y los viajes de K. Su obra ha sido analizada y estudiada por multitud de filósofos y escritores. Hoy se le considera como una figura clave en la Historia del Pensamiento. En 1985, con una deteriorada salud, K se retira a Ojai. Allí fallecería el 26 de Febrero de 1986. Sus restos incinerados fueron arrojados a las aguas de los tres principales océanos.
En esta época la mayoría de los teósofos creían en la próxima venida de un Instructor del Mundo, así como el Buda o Jesús, a enseñar a los hombres el camino de la luz y de la salvación, en medio de la confusión de nuestro siglo. Un importante miembro de la Sociedad, Charles W. Leadbeater, vio a Krishnamurti (al que a partir de ahora nombraremos como K) en la playa de Adyar y declaró que su aura estaba exenta de la menor pizca de egocentrismo. Leadbeater escribió a la Presidenta de la Sociedad, la célebre Annie Besant, que por entonces se encontraba en Europa, diciéndole que creía haber hallado el "vehículo" para el Instructor del Mundo. Cuando más tarde, en ese mismo año, Mrs. Besant regresó a la India, respaldó el "descubrimiento", y poco tiempo después obtuvo el consentimiento del padre de K para adoptarlo a él y a su hermano menor Nitya, del cual K se negaba a separarse.
En 1911, Mrs. Besant y Leadbeater fundaron una organización que se llamó la Orden de la Estrella de Oriente, y K fue designado jefe de la misma. En 1912 Mrs. Besant llevó a los muchachos a Inglaterra y los dejó allí para que fueran educados por tutores teósofos. Ambos permanecieron en Europa hasta finales de 1921, cuando Mrs. Besant los mandó llamar de regreso a la India, a fin de que K diera comienzo a su misión de conferenciante para la Teosofía y la Orden de la Estrella. En esa época Nitya había contraído tuberculosis; pese a que un especialista suizo le trató y le dijo que estaba curado, el muchacho sufrió varias recaídas. De la India viajaron a Sydney, donde vivía Leadbeater. Al empeorar el estado de Nitya, los hermanos decidieron regresar a Suiza en busca del especialista; lo hicieron vía América del Norte. Aterrizaron en San Francisco y decidieron aceptar en préstamo una cabaña en el valle de Ojai -a unas ochenta millas al norte de Los Ángeles-, un valle que se recomendaba como particularmente beneficioso para los tísicos.
Este sería con el tiempo un lugar clave en la vida de K e, incluso, el de su muerte.
Tras once meses allí, los dos hermanos regresaron a Europa. A Nitya se le dio por curado ese año, 1923. Sin embargo, dos años después sufrió una recaída y falleció en noviembre de 1925. Esto supuso un terrible golpe anímico para K. Una vez recuperado, continuó su intensa actividad ofreciendo pláticas en diversas partes del mundo.
Fue un gran choque para todos los líderes de la Teosofía y para la mayor parte de los seguidores de K, cuando en agosto de 1929, en Ommen (Holanda) y ante Mrs. Besant y 3.000 miembros, él disolvió la Orden de la Estrella. De aquel brillante discurso han quedado algunos muy significativos trozos: "Yo sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable, no puede ser organizada; ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente por algún sendero particular."
A partir de esta significativa ruptura, la Sociedad Teosófica entra en una grave crisis interna que todavía acusa. K comienza una nueva vida dedicada íntegramente a la difusión de su enseñanza por todo el mundo, ya de una manera libre. Entre 1929 y 1938, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, K dio numerosas conferencias en Holanda, Inglaterra, Italia, Noruega, América del Norte y del Sur, Australia y la India. Refugiado en California, de 1939 a 1945, durante la Guerra, volvió a reanudar sus conferencias en 1944. El período de 1939 a 1945 fue el menos activo exteriormente, pero en forma interior se estaba efectuando en él la elaboración de una nueva técnica de expresión. El fondo permanecía idéntico, pero la forma tendía a renovarse y liberarse, sobre todo de la atmósfera que emanaba de ciertos medios teosóficos. Desde 1947, K volvía a hacer sus giras de conferencias en el mundo entero. Su obra First and Last Freedom, con el prólogo del célebre escritor inglés Aldous Huxley, dio de repente a su pensamiento un gran esplendor y fue muy estimada en todos los círculos culturales del mundo.
De marzo a mayo de 1950 vivió en París; allí dio numerosas conferencias en el gran anfiteatro de la Sorbona y en el Instituto Pasteur. Después marchó a Estados Unidos dando conferencias en Nueva York y Washington. De 1961 a 1985, además de sus conferencias en la India y América, K tomó la palabra cada verano en Saanen, Suiza. Esta labor la realizó sin interrupciones hasta pocos meses antes de su muerte, cuando contaba noventa años de edad. Su vida fue un constante viajar por muchos países del mundo. Escribió algunos libros personalmente (tres volúmenes de "Comentarios sobre el Vivir", tres de su "Diario", dos de "Cartas a las escuelas", etc., aunque la mayoría de ellos son transcripciones fieles de sus charlas y conferencias. Importantes personalidades mundiales bebieron de su enseñanza y multitud de personas acudían anualmente a las conferencias que daba invariablemente en Saanen (Suiza), Brockwood Park (Inglaterra), Ojai (California) y Valle de Rishi (India).
Una Fundación, con sede en Inglaterra, sin ánimo lucrativo, editaba los libros y con su importe subvencionaba las conferencias, que siempre fueron gratis, y los viajes de K. Su obra ha sido analizada y estudiada por multitud de filósofos y escritores. Hoy se le considera como una figura clave en la Historia del Pensamiento. En 1985, con una deteriorada salud, K se retira a Ojai. Allí fallecería el 26 de Febrero de 1986. Sus restos incinerados fueron arrojados a las aguas de los tres principales océanos.
lunes, 10 de enero de 2011
VIDOCQ...
Eugène-François Vidocq (23 de julio de 1775 – 11 de mayo de 1857) fue el primer director de la Sûreté Nationale ('Seguridad Nacional') y uno de los primeros investigadores privados. La figura de Vidocq, que tuvo un pasado delictivo, inspiró a Victor Hugo para los dos personajes principales de la novela Los miserables.
La mayoría de las informaciones sobre la vida de Vidocq provienen de la biografía escrita por un escritor fantasma. Según esta biografía, Vidocq nació en Arras, el 23 de julio de 1775. Su padre fue panadero.
Cuando tenía 14 años, Vidocq robó algo de dinero de la panadería de sus padres y huyó de la ciudad. Planeaba navegar a América pero perdió todo el dinero y tuvo que unirse al Regimiento de Bourbon al año siguiente.
Soldado poco ejemplar, afirmó después que había luchado en 15 duelos. Durante la guerra con Austria accedió al cuerpo de granaderos, infantería de élite en ese momento. En 1792, Vidocq agredió a su oficial superior cuando éste rehusó participar en un duelo con él. Golpear a un oficial superior suponía la pena capital, por lo que Vidocq desertó y regresó a Arras.
La Revolución francesa estaba en auge. Vidocq afirmó que había salvado a dos nobles pero fue capturado y hubo de afrontar el mismo destino (guillotina). Su padre pidió a la familia Chevalier ayuda. Vidocq se enamoró de su hija, Louise, y se casó con ella cuando ésta afirmó que estaba encinta, algo que resultó ser falso. Cuando se dio cuenta de que ella tenía un romance con un oficial, marchó a Bruselas, donde adquirió un pasaporte falso con el nombre de Rousseau. En Bélgica cortejó a una baronesa de bastante edad, y terminó uniéndose a una banda de criminales.
Se trasladó a París donde gastó su dinero en fiestas y prostitutas, volviendo a actuar de bandido y siendo arrestado en muchas ocasiones, pese a que logró escapar en todas ellas. También fue contrabandista. Cuando se rindió para limpiar su nombre fue arrestado y condenado a ocho años de trabajos forzados. Fue trasladado a una galera pero escapó otra vez usando un disfraz.
En 1798 marchó a los Países Bajos y trabajó en un buque con patente de corso atacando naves inglesas. En Ostende, fue arrestado otra vez y enviado a Tolón. Logró a escapar con ayuda de otro criminal y volvió a Arras dónde se mantuvo oculto hasta el año 1800.
En 1801 se convirtió en el amante de la hija de un conde, haciéndose pasar por austríaco. Con ella se trasladó a Ruán, donde estuvo dos años, hasta que las autoridades lo encontraron otra vez. Tuvo que escapar a Boulogne donde se unió a una tripulación de corsarios y volvió a atacar buques ingleses (en aquella época se desarrollaban las guerras napoleónicas en Europa). Empero, un compañero informó a las autoridades en Boulogne y Vidocq fue nuevamente arrestado y trasladado a una prisión en Douai.
En Douai el Procurador General Ransom convenció a Vidocq para que apelara y solicitase un nuevo juicio. Vidocq estuvo esperando cinco meses, tiempo tras el cual volvió a huir. Durante este periodo, su esposa Louise le pidió el divorcio.
Vidocq trató de vivir como un comerciante en Faubourg Sant-Denis pero un año después fue nuevamente a prisión. Había intentado trabajar como maestro, pero un trato inadecuado con sus alumnas más adultas provocaría sus expulsión del pueblo.
En mayo de 1809, con la promesa de amnistía, Vidocq ofreció sus servicios a la policía de París como infiltrado. El inspector Henry le retó que escapara de la guardia y volviera para probar su sinceridad, como así hizo.
Vidocq empezó a trabajar como un informador que escuchaba a otros prisioneros cuando hablaban entre ellos. Después de 12 meses la policía arregló su escape para que él pudiera trabajar como informador fuera de prisión. Cuando la clase criminal empezaba a sospechar, tomaba otras identidades y se disfrazaba. Una vez fue reclutado para matarse a sí mismo.
Finalmente, Vidocq sugirió la formación de la unidad de policía, llamada Brigade de Sûreté ('Brigada de Seguridad') que más tarde se convirtió en la Sûreté Nationale (Seguridad Nacional). Mandaba a 12 detectives, de los que muchos fueron criminales como él. En 1817 tuvo 811 arrestos. Su renta anual fue de 5.000 francos y también trabajaba como investigador privado gratuitamente.
En 1814, a comienzos de la Restauración Francesa, Vidocq y la Sûreté trataron de controlar la situación en París. También actuaron contra aquellos que se aprovechaban de la situación post-revolucionaria para reclamar falsos títulos aristocráticos que les habían sido arrebatados durante la Revolución.
La madre de Vidocq murió en 1820, celebrándose su entierro en la catedral de Notre-Dame de París. Ese mismo año, Vidocq se casó con Jeanne-Victoire Guerin, quien murió en 1824. Se casó nuevamente en 1830 con Fleuride Maniez. Pese a todo, mantuvo una reputación de seductor.
En 1824, después su coronación, el rey Carlos X de Francia convirtió la policía en una arma política contra disidentes y rebeldes. Vidocq fue acusado de tener simpatías hacia los movimientos bonapartistas. Un nuevo jefe, Duplessis, forzó su renuncia a raíz de una cuestión trivial. Seis años más tarde, el sustituto de Duplessis, Henri-Joséphe Gisquet, volvió a reincorporarle al cargo.
En 1830, tras la abdicación de Carlos X y el ascenso al trono de Luis Felipe I de Francia, se produjo un repunte de la inseguridad y la delincuencia, con el consiguiente aumento del trabajo policial. La aparición de una epidemia de cólera provocó una ola de disturbios el día 5 de junio, arrestando la Surete a docenas de insurgentes.
Algunos sectores de la policía no aprobaban sus métodos y empezaron a aflorar rivalidades y enfrentamientos. En 1832 fue forzado a dimitir tras la acusación de haber instigado un crimen, a través de un mediador, para obtener el mérito de resolverlo. Según el libro de Samuel Edwards, The Vidocq Dossier, las normas de la policía prohibían emplear a ex-convictos.
Vidocq abrió entonces una imprenta en la que volvió a emplear a antiguos criminales. El primer libro que intentó publicar fue su autobiografía. Vidocq empleó a L.F. L'Héritier de l'Ain para que le ayudase a escribirla. Sin embargo, muchos historiadores consideran que L’Héritier se tomó demasiadas libertades a la hora de narrar los hechos. No obstante, el propio Vidocq pareció estar de acuerdo en un primer momento, aun cuando sólo autorizó los dos primeros volúmenes, de un total de cuatro. Aun así, la biografía fue un éxito.
En 1833 fundó la primera agencia privada de detectives de la que se tiene constancia. Contratando a ex-convictos, creó así la «Oficina de Inteligencia» (Le bureau des renseignements), sufriendo la oposición de las fuerzas oficiales, que trataron de cerrarla en numerosas ocasiones. En 1842, la policía arrestó a Vidocq como sospechoso de detención ilegal, así como de haber robado los fondos de un caso de malversación que había resuelto. Fue condenado a cinco años de prisión y a una multa de 3.000 francos. No obstante, apeló y consiguió ser absuelto.
En sus últimos años, Vidocq escribió varios novelas basadas en sus experiencias en el mundo del criminal. Algunos historiadores creen que su amigo, Honoré de Balzac, le ayudó. Cuando su mujer, Fleuride, murió en septiembre de 1847, se retiró y cerró su agencia, aunque ocasionalmente trabajaría para la policía.
En abril de 1857, Vidocq sufrió una parálisis que le inmovilizó en su hogar del distrito de Marais, en París, falleciendo el 11 de mayo de 1857. Su funeral tuvo lugar el día siguiente en la iglesia de Saint-Denis du Saint-Sacrement.
A Vidocq se le atribuyen multitud de avances en el campo de la investigación criminal, introduciendo los estudios de balística, el registro y creación de expedientes con las pesquisas de los casos, o la propia criminología. Fue el primero en utilizar moldes para recoger huellas de la escena del crimen. Sus técnicas antropométricas tendrían gran repercusión.
Se piensa que Edgar Allan Poe se inspiró en él para crear al detective C. Auguste Dupin, en 1841.[1] También sería la inspiración de Émile Gaboriau a la hora de crear el personaje del detective Monsieur Lecoq, un investigador caracterizado por su constante uso del método científico. De nuevo, sería el referente de Jacques Collin (Vautrin), un personaje recurrente en multitud de novelas de Balzac.
En El enigma de París de Pablo de Santis, el personaje de Darbon posee una colección de la biografía de Vidocq. Se pueden atribuir rasgos de vidocq a este personaje.
La mayoría de las informaciones sobre la vida de Vidocq provienen de la biografía escrita por un escritor fantasma. Según esta biografía, Vidocq nació en Arras, el 23 de julio de 1775. Su padre fue panadero.
Cuando tenía 14 años, Vidocq robó algo de dinero de la panadería de sus padres y huyó de la ciudad. Planeaba navegar a América pero perdió todo el dinero y tuvo que unirse al Regimiento de Bourbon al año siguiente.
Soldado poco ejemplar, afirmó después que había luchado en 15 duelos. Durante la guerra con Austria accedió al cuerpo de granaderos, infantería de élite en ese momento. En 1792, Vidocq agredió a su oficial superior cuando éste rehusó participar en un duelo con él. Golpear a un oficial superior suponía la pena capital, por lo que Vidocq desertó y regresó a Arras.
La Revolución francesa estaba en auge. Vidocq afirmó que había salvado a dos nobles pero fue capturado y hubo de afrontar el mismo destino (guillotina). Su padre pidió a la familia Chevalier ayuda. Vidocq se enamoró de su hija, Louise, y se casó con ella cuando ésta afirmó que estaba encinta, algo que resultó ser falso. Cuando se dio cuenta de que ella tenía un romance con un oficial, marchó a Bruselas, donde adquirió un pasaporte falso con el nombre de Rousseau. En Bélgica cortejó a una baronesa de bastante edad, y terminó uniéndose a una banda de criminales.
Se trasladó a París donde gastó su dinero en fiestas y prostitutas, volviendo a actuar de bandido y siendo arrestado en muchas ocasiones, pese a que logró escapar en todas ellas. También fue contrabandista. Cuando se rindió para limpiar su nombre fue arrestado y condenado a ocho años de trabajos forzados. Fue trasladado a una galera pero escapó otra vez usando un disfraz.
En 1798 marchó a los Países Bajos y trabajó en un buque con patente de corso atacando naves inglesas. En Ostende, fue arrestado otra vez y enviado a Tolón. Logró a escapar con ayuda de otro criminal y volvió a Arras dónde se mantuvo oculto hasta el año 1800.
En 1801 se convirtió en el amante de la hija de un conde, haciéndose pasar por austríaco. Con ella se trasladó a Ruán, donde estuvo dos años, hasta que las autoridades lo encontraron otra vez. Tuvo que escapar a Boulogne donde se unió a una tripulación de corsarios y volvió a atacar buques ingleses (en aquella época se desarrollaban las guerras napoleónicas en Europa). Empero, un compañero informó a las autoridades en Boulogne y Vidocq fue nuevamente arrestado y trasladado a una prisión en Douai.
En Douai el Procurador General Ransom convenció a Vidocq para que apelara y solicitase un nuevo juicio. Vidocq estuvo esperando cinco meses, tiempo tras el cual volvió a huir. Durante este periodo, su esposa Louise le pidió el divorcio.
Vidocq trató de vivir como un comerciante en Faubourg Sant-Denis pero un año después fue nuevamente a prisión. Había intentado trabajar como maestro, pero un trato inadecuado con sus alumnas más adultas provocaría sus expulsión del pueblo.
En mayo de 1809, con la promesa de amnistía, Vidocq ofreció sus servicios a la policía de París como infiltrado. El inspector Henry le retó que escapara de la guardia y volviera para probar su sinceridad, como así hizo.
Vidocq empezó a trabajar como un informador que escuchaba a otros prisioneros cuando hablaban entre ellos. Después de 12 meses la policía arregló su escape para que él pudiera trabajar como informador fuera de prisión. Cuando la clase criminal empezaba a sospechar, tomaba otras identidades y se disfrazaba. Una vez fue reclutado para matarse a sí mismo.
Finalmente, Vidocq sugirió la formación de la unidad de policía, llamada Brigade de Sûreté ('Brigada de Seguridad') que más tarde se convirtió en la Sûreté Nationale (Seguridad Nacional). Mandaba a 12 detectives, de los que muchos fueron criminales como él. En 1817 tuvo 811 arrestos. Su renta anual fue de 5.000 francos y también trabajaba como investigador privado gratuitamente.
En 1814, a comienzos de la Restauración Francesa, Vidocq y la Sûreté trataron de controlar la situación en París. También actuaron contra aquellos que se aprovechaban de la situación post-revolucionaria para reclamar falsos títulos aristocráticos que les habían sido arrebatados durante la Revolución.
La madre de Vidocq murió en 1820, celebrándose su entierro en la catedral de Notre-Dame de París. Ese mismo año, Vidocq se casó con Jeanne-Victoire Guerin, quien murió en 1824. Se casó nuevamente en 1830 con Fleuride Maniez. Pese a todo, mantuvo una reputación de seductor.
En 1824, después su coronación, el rey Carlos X de Francia convirtió la policía en una arma política contra disidentes y rebeldes. Vidocq fue acusado de tener simpatías hacia los movimientos bonapartistas. Un nuevo jefe, Duplessis, forzó su renuncia a raíz de una cuestión trivial. Seis años más tarde, el sustituto de Duplessis, Henri-Joséphe Gisquet, volvió a reincorporarle al cargo.
En 1830, tras la abdicación de Carlos X y el ascenso al trono de Luis Felipe I de Francia, se produjo un repunte de la inseguridad y la delincuencia, con el consiguiente aumento del trabajo policial. La aparición de una epidemia de cólera provocó una ola de disturbios el día 5 de junio, arrestando la Surete a docenas de insurgentes.
Algunos sectores de la policía no aprobaban sus métodos y empezaron a aflorar rivalidades y enfrentamientos. En 1832 fue forzado a dimitir tras la acusación de haber instigado un crimen, a través de un mediador, para obtener el mérito de resolverlo. Según el libro de Samuel Edwards, The Vidocq Dossier, las normas de la policía prohibían emplear a ex-convictos.
Vidocq abrió entonces una imprenta en la que volvió a emplear a antiguos criminales. El primer libro que intentó publicar fue su autobiografía. Vidocq empleó a L.F. L'Héritier de l'Ain para que le ayudase a escribirla. Sin embargo, muchos historiadores consideran que L’Héritier se tomó demasiadas libertades a la hora de narrar los hechos. No obstante, el propio Vidocq pareció estar de acuerdo en un primer momento, aun cuando sólo autorizó los dos primeros volúmenes, de un total de cuatro. Aun así, la biografía fue un éxito.
En 1833 fundó la primera agencia privada de detectives de la que se tiene constancia. Contratando a ex-convictos, creó así la «Oficina de Inteligencia» (Le bureau des renseignements), sufriendo la oposición de las fuerzas oficiales, que trataron de cerrarla en numerosas ocasiones. En 1842, la policía arrestó a Vidocq como sospechoso de detención ilegal, así como de haber robado los fondos de un caso de malversación que había resuelto. Fue condenado a cinco años de prisión y a una multa de 3.000 francos. No obstante, apeló y consiguió ser absuelto.
En sus últimos años, Vidocq escribió varios novelas basadas en sus experiencias en el mundo del criminal. Algunos historiadores creen que su amigo, Honoré de Balzac, le ayudó. Cuando su mujer, Fleuride, murió en septiembre de 1847, se retiró y cerró su agencia, aunque ocasionalmente trabajaría para la policía.
En abril de 1857, Vidocq sufrió una parálisis que le inmovilizó en su hogar del distrito de Marais, en París, falleciendo el 11 de mayo de 1857. Su funeral tuvo lugar el día siguiente en la iglesia de Saint-Denis du Saint-Sacrement.
A Vidocq se le atribuyen multitud de avances en el campo de la investigación criminal, introduciendo los estudios de balística, el registro y creación de expedientes con las pesquisas de los casos, o la propia criminología. Fue el primero en utilizar moldes para recoger huellas de la escena del crimen. Sus técnicas antropométricas tendrían gran repercusión.
Se piensa que Edgar Allan Poe se inspiró en él para crear al detective C. Auguste Dupin, en 1841.[1] También sería la inspiración de Émile Gaboriau a la hora de crear el personaje del detective Monsieur Lecoq, un investigador caracterizado por su constante uso del método científico. De nuevo, sería el referente de Jacques Collin (Vautrin), un personaje recurrente en multitud de novelas de Balzac.
En El enigma de París de Pablo de Santis, el personaje de Darbon posee una colección de la biografía de Vidocq. Se pueden atribuir rasgos de vidocq a este personaje.
SOBRE EL TEMA HAY UNA INTERESANTE PELICULA QUE RECOMIENDO VER: VIDOCQ
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EL PERFUME...
El perfume: historia de un asesino es la primera novela del escritor alemán Patrick Süskind, publicada en 1985 bajo el título original Das Parfum, die Geschichte eines Mörders. Inmediatamente se convirtió en un best-seller, traducido a más de cuarenta lenguas en todo el mundo.
El perfume, dividido en cuatro partes y cincuenta y un capítulos, transporta al lector a un mundo con el que no está familiarizado, "el evanescente reino de los olores", a través de su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille (grenouille significa rana en francés).
La historia del personaje principal, Grenouille, "uno de los hombres más geniales y abominables de su época", transcurre en la Francia del siglo XVIII. Desde su nacimiento, Grenouille descubre y percibe el mundo a través del sentido del olfato, que tiene más desarrollado que el resto de las personas. Éstas, a su vez, en ocasiones encuentran inquietante dicha capacidad en Grenouille. Él carece de un olor propio.
El perfume ha sido traducido a 46 idiomas y ha superado los 15 millones de ejemplares vendidos. La mayoría de las ediciones muestran en la portada la misma imagen: un detalle de la pintura Jupiter y Antíope de Antoine Watteau.[1] La axila desnuda de Antíope simboliza la seducción por medio del olor corporal. Gracias al libro, la imagen ha alcanzado en todo el mundo fama considerable. Una excepción la constituye la edición de bolsillo de los Estados Unidos, donde está prohibido representar un pezón desnudo de mujer.
El perfume, dividido en cuatro partes y cincuenta y un capítulos, transporta al lector a un mundo con el que no está familiarizado, "el evanescente reino de los olores", a través de su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille (grenouille significa rana en francés).
La historia del personaje principal, Grenouille, "uno de los hombres más geniales y abominables de su época", transcurre en la Francia del siglo XVIII. Desde su nacimiento, Grenouille descubre y percibe el mundo a través del sentido del olfato, que tiene más desarrollado que el resto de las personas. Éstas, a su vez, en ocasiones encuentran inquietante dicha capacidad en Grenouille. Él carece de un olor propio.
El perfume ha sido traducido a 46 idiomas y ha superado los 15 millones de ejemplares vendidos. La mayoría de las ediciones muestran en la portada la misma imagen: un detalle de la pintura Jupiter y Antíope de Antoine Watteau.[1] La axila desnuda de Antíope simboliza la seducción por medio del olor corporal. Gracias al libro, la imagen ha alcanzado en todo el mundo fama considerable. Una excepción la constituye la edición de bolsillo de los Estados Unidos, donde está prohibido representar un pezón desnudo de mujer.
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EL PERFUME
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EL MOUSTRO DE GEVAUDAN...
Bestia de Gévaudan, es el nombre de una criatura descrita a un críptido antropófago que asoló la región de Gévaudan, en el actual departamento francés de Lozère, en el centro de Francia, entre 1764 y 1767.
Se le atribuye la muerte de más de 130 campesinos, en su mayoría mujeres y niños, que fueron encontrados despedazados por los dientes de algún animal. En algunos casos las víctimas fueron encontradas decapitadas o partidas por la mitad, lo que demuestra la enorme violencia con la que fueron asesinadas. Son menores los casos de animales domésticos muertos por la Bestia, pues parece que ésta prefería la carne de los pastores a la de sus ganados.
La mayor parte de los ataques se registraron en los alrededores de Aveyron. El primero de ellos se produjo el 30 de junio de 1764, día en que asesinó a Jeane Boullet, de 14 años. En los tres meses siguientes, la Bestia atacó y mató salvajemente a dos niñas, dos niños y una mujer. En invierno, con el animal acuciado por el hambre, las muertes ascendieron hasta el punto de que se producía una víctima o dos cada semana. En esa época, los bosques de Gévaudan acogían una población considerable de lobos, pero los testimonios de los pocos testigos y supervivientes rechazaron su autoría. Describían al animal como una bestia gigantesca de pelo rojizo con un tamaño mucho mayor que el de un lobo, con rayas negras en los cuartos traseros y una cresta de pelos largos sobre el lomo. La cola era larga y musculosa, y las mandíbulas, bien desarrolladas y llenas de dientes enormes. Los rastreadores y cazadores que acudieron al lugar atraídos por las recompensas ofrecidas para quien capturase al monstruo, encontraron huellas de tamaño considerable y le calcularon un peso de unos 100 kg. Durante meses se mataron grandes cantidades de lobos en la zona, pero la bestia era increíblemente escurridiza. Llegó a mencionarse que las balas rebotaban sobre su lomo y los aterrorizados campesinos opinaban que era el mismo Demonio venido del infierno. Pronto llegó a considerarse un problema nacional, y el propio rey Luis XV envió un cuerpo de dragones de caballería para abatirla, sin resultados, al que posteriormente se unirían otros tres. Para entonces el año de 1764 había acabado y las víctimas ya eran 54.
Según el testimonio de uno de los capitanes de los dragones, logró ver cara a cara a la Bestia antes de que ésta consiguiese huir. Era tan grande como su propio caballo, pero pronto lo dejó atrás con facilidad, pues lo superaba ampliamente en velocidad y agilidad. Mientras huía, él y los hombres que le acompañaban descargaron varias decenas disparos contra ella que ni siquiera parecieron atravesar su piel.
El asunto de la Bestia de Gévaudan traspasó fronteras y llegó a considerarse un problema serio para el gobierno de Luis XV, entonces recién salido de la Guerra de los Siete Años. Las potencias extranjeras comentaban jocosas cómo el ejército francés podía pensar siquiera en la victoria si sus mejores tropas no eran capaces de capturar un "simple" lobo en mitad de su propio país. Pronto se retiraron de la zona a las autoridades locales por considerarlas inútiles, y se pescó a más de un cazador particular que ponía pistas falsas para despistar a los dragones y aspirar a cobrar la recompensa matando él mismo la Bestia. Se pusieron trampas y se rastreó el monte día y noche, pero la bestia siempre aparecía en otro lugar y continuaba su siniestra matanza.
El nerviosismo se apoderó de la población y estallaron disturbios. Se acusó públicamente a algunos vecinos de ser hombres lobo que se convertían por las noches en la bestia; otros se volvieron contra los gitanos, a los que acusaron de criar alguna bestia salvaje en su circo que había escapado al monte. Los sacerdotes predicaban contra el rey, responsable indirecto de la crisis, o decían que las víctimas eran jóvenes lascivas a las que Dios había enviado la Bestia como castigo. Incluso se llegó a poner en el punto de mira a un noble que había estado en África y criaba en los jardines de su palacio hienas, tigres, leones y perros de presa, acusándolo de cruzar los animales hasta dar con una bestia asesina e indestructible.
Fuese ella o no, lo cierto es que en 1767, con más de 130 muertes en la región, un campesino armado abatió en Gévaudan un lobo descomunal, más grande que cualquiera de los que se podían encontrar en Francia. Poco después se mató una loba también de gran tamaño. La leyenda cuenta que los responsables de las capturas emplearon balas de plata hechas tras fundir medallas de la Virgen María, algo que ha pasado posteriormente al imaginario colectivo como la única forma de matar un hombre-lobo. Al menos uno de los ejemplares fue llevado a París, donde llegó en un estado de putrefacción muy avanzado, lo que impidió disecarlo. Su esqueleto fue expuesto en el Museo Real de la ciudad hasta su destrucción en un incendio. A pesar de que el esqueleto se ha perdido, las descripciones parecen indicar que se trataba de una gran subespecie de lobo de los Alpes, extinta en el siglo XIX. La falta de animales grandes que estos lobos encontraron en su nuevo hogar les habrían impulsado a alimentarse de los humanos, fáciles de capturar y matar. Desde entonces, no se ha producido ningún ataque similar a los de la Bestia.
Se le atribuye la muerte de más de 130 campesinos, en su mayoría mujeres y niños, que fueron encontrados despedazados por los dientes de algún animal. En algunos casos las víctimas fueron encontradas decapitadas o partidas por la mitad, lo que demuestra la enorme violencia con la que fueron asesinadas. Son menores los casos de animales domésticos muertos por la Bestia, pues parece que ésta prefería la carne de los pastores a la de sus ganados.
La mayor parte de los ataques se registraron en los alrededores de Aveyron. El primero de ellos se produjo el 30 de junio de 1764, día en que asesinó a Jeane Boullet, de 14 años. En los tres meses siguientes, la Bestia atacó y mató salvajemente a dos niñas, dos niños y una mujer. En invierno, con el animal acuciado por el hambre, las muertes ascendieron hasta el punto de que se producía una víctima o dos cada semana. En esa época, los bosques de Gévaudan acogían una población considerable de lobos, pero los testimonios de los pocos testigos y supervivientes rechazaron su autoría. Describían al animal como una bestia gigantesca de pelo rojizo con un tamaño mucho mayor que el de un lobo, con rayas negras en los cuartos traseros y una cresta de pelos largos sobre el lomo. La cola era larga y musculosa, y las mandíbulas, bien desarrolladas y llenas de dientes enormes. Los rastreadores y cazadores que acudieron al lugar atraídos por las recompensas ofrecidas para quien capturase al monstruo, encontraron huellas de tamaño considerable y le calcularon un peso de unos 100 kg. Durante meses se mataron grandes cantidades de lobos en la zona, pero la bestia era increíblemente escurridiza. Llegó a mencionarse que las balas rebotaban sobre su lomo y los aterrorizados campesinos opinaban que era el mismo Demonio venido del infierno. Pronto llegó a considerarse un problema nacional, y el propio rey Luis XV envió un cuerpo de dragones de caballería para abatirla, sin resultados, al que posteriormente se unirían otros tres. Para entonces el año de 1764 había acabado y las víctimas ya eran 54.
Según el testimonio de uno de los capitanes de los dragones, logró ver cara a cara a la Bestia antes de que ésta consiguiese huir. Era tan grande como su propio caballo, pero pronto lo dejó atrás con facilidad, pues lo superaba ampliamente en velocidad y agilidad. Mientras huía, él y los hombres que le acompañaban descargaron varias decenas disparos contra ella que ni siquiera parecieron atravesar su piel.
El asunto de la Bestia de Gévaudan traspasó fronteras y llegó a considerarse un problema serio para el gobierno de Luis XV, entonces recién salido de la Guerra de los Siete Años. Las potencias extranjeras comentaban jocosas cómo el ejército francés podía pensar siquiera en la victoria si sus mejores tropas no eran capaces de capturar un "simple" lobo en mitad de su propio país. Pronto se retiraron de la zona a las autoridades locales por considerarlas inútiles, y se pescó a más de un cazador particular que ponía pistas falsas para despistar a los dragones y aspirar a cobrar la recompensa matando él mismo la Bestia. Se pusieron trampas y se rastreó el monte día y noche, pero la bestia siempre aparecía en otro lugar y continuaba su siniestra matanza.
El nerviosismo se apoderó de la población y estallaron disturbios. Se acusó públicamente a algunos vecinos de ser hombres lobo que se convertían por las noches en la bestia; otros se volvieron contra los gitanos, a los que acusaron de criar alguna bestia salvaje en su circo que había escapado al monte. Los sacerdotes predicaban contra el rey, responsable indirecto de la crisis, o decían que las víctimas eran jóvenes lascivas a las que Dios había enviado la Bestia como castigo. Incluso se llegó a poner en el punto de mira a un noble que había estado en África y criaba en los jardines de su palacio hienas, tigres, leones y perros de presa, acusándolo de cruzar los animales hasta dar con una bestia asesina e indestructible.
Fuese ella o no, lo cierto es que en 1767, con más de 130 muertes en la región, un campesino armado abatió en Gévaudan un lobo descomunal, más grande que cualquiera de los que se podían encontrar en Francia. Poco después se mató una loba también de gran tamaño. La leyenda cuenta que los responsables de las capturas emplearon balas de plata hechas tras fundir medallas de la Virgen María, algo que ha pasado posteriormente al imaginario colectivo como la única forma de matar un hombre-lobo. Al menos uno de los ejemplares fue llevado a París, donde llegó en un estado de putrefacción muy avanzado, lo que impidió disecarlo. Su esqueleto fue expuesto en el Museo Real de la ciudad hasta su destrucción en un incendio. A pesar de que el esqueleto se ha perdido, las descripciones parecen indicar que se trataba de una gran subespecie de lobo de los Alpes, extinta en el siglo XIX. La falta de animales grandes que estos lobos encontraron en su nuevo hogar les habrían impulsado a alimentarse de los humanos, fáciles de capturar y matar. Desde entonces, no se ha producido ningún ataque similar a los de la Bestia.
SOBRE EL TEMA HAY UNA INTERESANTE PELICULA QUE RECOMIENDO VER:
PACTO CON LOBOS.
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ROMASANTA...EL HOMBRE LOBO
Manuel Blanco Romasanta (18 de noviembre de 1809, aldea de Regueiro, Esgos - † 1854) fue un psicópata criminal español que llegó a cometer varios crímenes en el siglo XIX.
A pesar de que en un principio en su partida de nacimiento consignaba como Manuela, pues se creía que era una niña, Romasanta era un sastre que vio su vida cambiar cuando su mujer murió.
Empezó a dedicarse a la venta ambulante, moviéndose los primeros años por la zona y posteriormente abarcando toda Galicia.
Los lugareños le señalaban como vendedor de unto (o grasa de cerdo) y debido a su fama asesina llegó a ser acusado de la muerte de un alguacil. Tras ser condenado, consiguió escaparse a un refugio en el pequeño pueblo de Ermida. Y fue durante su búsqueda cuando sucedieron una serie de asesinatos con diferentes estrategias cuyas víctimas tenían mordeduras de algo que parecía la dentadura de lobo.
Finalmente fue capturado en Nombela (Toledo) y juzgado en Allariz (Orense). Romasanta reconoció haber matado a 9 personas a sangre fría, usando sus manos y dientes para acabar con las vidas y comerse los restos.
El juicio duró un año aproximadamente y el 6 de abril de 1853, a los 44 años, fue condenado a morir en el garrote vil y a pagar una multa de 1000 reales por víctima.
Su suerte le sorprendió cuando un hipnólogo francés que había seguido el caso envió una carta al Ministro de Gracia y Justicia en la cual expresaba su duda acerca de si Romasanta padecía licantropía o no. Aseguraba haber curado a otros pacientes con la hipnosis y pedía que, antes de ejecutarle, le dejara hipnotizarlo. El propio Romasanta comentó que de adolescente fue maldecido y que, tras cada asesinato, tenía visiones en las cuales aparecían unos lobos a su alrededor.
Al mismo tiempo, la Defensa del reo protestó porque, en su opinión, no se podía probar un asesinato con una única confesión, aunque ésta fuera la del propio acusado. Careciendo de pruebas para culpar a Romasanta, se dirigieron a la reina Isabel II pidiera al Tribunal Supremo que revisara el caso. Tiempo después, Isabel II firmó una orden para liberar a Romasanta de la pena capital, reduciéndose ésta a la perpetua.
Romasanta murió tiempo después en la prisión de Allariz en la que cumplía condena. El 30 de mayo de 2009, en un documental de la TVG Europa, se habló de la posibilidad de que hubiera muerto en otro lugar, como el castillo de San Antón (La Coruña).
A pesar de que en un principio en su partida de nacimiento consignaba como Manuela, pues se creía que era una niña, Romasanta era un sastre que vio su vida cambiar cuando su mujer murió.
Empezó a dedicarse a la venta ambulante, moviéndose los primeros años por la zona y posteriormente abarcando toda Galicia.
Los lugareños le señalaban como vendedor de unto (o grasa de cerdo) y debido a su fama asesina llegó a ser acusado de la muerte de un alguacil. Tras ser condenado, consiguió escaparse a un refugio en el pequeño pueblo de Ermida. Y fue durante su búsqueda cuando sucedieron una serie de asesinatos con diferentes estrategias cuyas víctimas tenían mordeduras de algo que parecía la dentadura de lobo.
Finalmente fue capturado en Nombela (Toledo) y juzgado en Allariz (Orense). Romasanta reconoció haber matado a 9 personas a sangre fría, usando sus manos y dientes para acabar con las vidas y comerse los restos.
El juicio duró un año aproximadamente y el 6 de abril de 1853, a los 44 años, fue condenado a morir en el garrote vil y a pagar una multa de 1000 reales por víctima.
Su suerte le sorprendió cuando un hipnólogo francés que había seguido el caso envió una carta al Ministro de Gracia y Justicia en la cual expresaba su duda acerca de si Romasanta padecía licantropía o no. Aseguraba haber curado a otros pacientes con la hipnosis y pedía que, antes de ejecutarle, le dejara hipnotizarlo. El propio Romasanta comentó que de adolescente fue maldecido y que, tras cada asesinato, tenía visiones en las cuales aparecían unos lobos a su alrededor.
Al mismo tiempo, la Defensa del reo protestó porque, en su opinión, no se podía probar un asesinato con una única confesión, aunque ésta fuera la del propio acusado. Careciendo de pruebas para culpar a Romasanta, se dirigieron a la reina Isabel II pidiera al Tribunal Supremo que revisara el caso. Tiempo después, Isabel II firmó una orden para liberar a Romasanta de la pena capital, reduciéndose ésta a la perpetua.
Romasanta murió tiempo después en la prisión de Allariz en la que cumplía condena. El 30 de mayo de 2009, en un documental de la TVG Europa, se habló de la posibilidad de que hubiera muerto en otro lugar, como el castillo de San Antón (La Coruña).
SOBRE EL TEMA HAY UNA INTERESANTE PELICULA QUE RECOMIENDO VER: ROMASANTA
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sábado, 8 de enero de 2011
EL MAR DEL DIABLO
El Mar del Diablo (魔の海, Ma no Umi?) —también conocido como Triángulo del Dragón y Triángulo del Diablo— es una región del Pacífico alrededor de la isla Miyake, más o menos a 100 kilómetros del sur de Tokio. Se dice que una de las esquinas del triángulo está en la isla de Guam. Si bien el nombre es utilizado por los pescadores japoneses, éste no aparece en las cartas náuticas.
En la cultura popular estadounidense, es creencia común que el Mar del Diablo podría ser, junto con el Triángulo de las Bermudas, un área donde los barcos y los aviones desaparecen bajo circunstancias misteriosas. En cambio los japoneses no consideran que el Mar del Diablo sea más misterioso o peligroso que otras aguas costeras de Japón.[cita requerida]
Contrario a varias declaraciones, ni el Mar del Diablo ni el Triángulo de las Bermudas se localizan en la línea agónica, donde el norte magnético iguala el norte geográfico. La declinación magnética en esta área es de alrededor de los 6°.
Entre los fenómenos reportados en el Mar del Diablo están la pérdida de barcos y aviones (más incluso que en el triángulo de las Bermudas), numerosos barcos fantasma, barcos no identificados, OSNIs y perdida de tiempo.
Declaraciones de Charles Berlitz
El escritor estadounidense de fantasía Charles Berlitz escribió un libro llamado The Dragon's Triangle (El Triángulo del Dragón; 1989). Según él, el Triángulo del Diablo aparece como una zona peligrosa en los mapas japoneses. También afirma que en los años de paz entre 1952 y 1954, Japón perdió 5 buques militares con un total de tripulación desaparecida que supera las 700 personas. El gobierno japonés, en su afán por saber el motivo de la pérdida de barcos y personal, financió un buque de investigación tripulado por mas de 100 científicos, para estudiar el Mar del Diablo. No obstante, el buque desapareció con todos los científicos, por lo que Japón etiquetó el área como zona peligrosa.
[editar] Refutación de Berlitz
Según la investigación de Larry Kusche, esos «buques militares» eran buques de pesca, y algunos de ellos se perdieron fuera del Mar del Diablo, incluso tan lejos como Iwo Jima (1000 kilómetros al sur de Japón). También señala que, en aquella época, cada año se perdían centenares de botes de pesca alrededor de Japón.
El buque japonés de investigación que mencionaba Berlitz, llamado Kaiyo Maru n.º 5, con una tripulación de 31 personas a bordo (no 100), fue destruido por una erupción el 24 de septiembre de 1952 en una misión de investigación sobre la actividad de un volcán submarino, el Myōjin-shō, a unos 300 kilómetros ael sur del Mar del Diablo. Se recuperaron algunos restos.[
En la cultura popular estadounidense, es creencia común que el Mar del Diablo podría ser, junto con el Triángulo de las Bermudas, un área donde los barcos y los aviones desaparecen bajo circunstancias misteriosas. En cambio los japoneses no consideran que el Mar del Diablo sea más misterioso o peligroso que otras aguas costeras de Japón.[cita requerida]
Contrario a varias declaraciones, ni el Mar del Diablo ni el Triángulo de las Bermudas se localizan en la línea agónica, donde el norte magnético iguala el norte geográfico. La declinación magnética en esta área es de alrededor de los 6°.
Entre los fenómenos reportados en el Mar del Diablo están la pérdida de barcos y aviones (más incluso que en el triángulo de las Bermudas), numerosos barcos fantasma, barcos no identificados, OSNIs y perdida de tiempo.
Declaraciones de Charles Berlitz
El escritor estadounidense de fantasía Charles Berlitz escribió un libro llamado The Dragon's Triangle (El Triángulo del Dragón; 1989). Según él, el Triángulo del Diablo aparece como una zona peligrosa en los mapas japoneses. También afirma que en los años de paz entre 1952 y 1954, Japón perdió 5 buques militares con un total de tripulación desaparecida que supera las 700 personas. El gobierno japonés, en su afán por saber el motivo de la pérdida de barcos y personal, financió un buque de investigación tripulado por mas de 100 científicos, para estudiar el Mar del Diablo. No obstante, el buque desapareció con todos los científicos, por lo que Japón etiquetó el área como zona peligrosa.
[editar] Refutación de Berlitz
Según la investigación de Larry Kusche, esos «buques militares» eran buques de pesca, y algunos de ellos se perdieron fuera del Mar del Diablo, incluso tan lejos como Iwo Jima (1000 kilómetros al sur de Japón). También señala que, en aquella época, cada año se perdían centenares de botes de pesca alrededor de Japón.
El buque japonés de investigación que mencionaba Berlitz, llamado Kaiyo Maru n.º 5, con una tripulación de 31 personas a bordo (no 100), fue destruido por una erupción el 24 de septiembre de 1952 en una misión de investigación sobre la actividad de un volcán submarino, el Myōjin-shō, a unos 300 kilómetros ael sur del Mar del Diablo. Se recuperaron algunos restos.[
LOS MUDRAS
En el marco del budismo y el hinduismo, un mudrá es un gesto sagrado hecho generalmente con las manos.
Bailarina india realizando el bharata natyam mudrā.
Buda realizando el bhūmi sparśa mudrā. Museo de Ho Phra Keo, en Vientiane (Laos).
Varón (presumiblemente Buda) realizando mudrá y ásana (estatua en Bangkok).मुद्रा, en escritura devánagari.
mudrā, en el sistema IAST de transliteración.
Según sus practicantes, cada mudrā posee cualidades específicas que favorecen al propio practicante. En el hinduismo se considera que hay 24 mudrás principales.[1] Junto con los āsanas (posturas corporales), los mudrás se emplean en la meditación budista y en el yoga hinduista. Los gestos manuales comunes forman una parte importante de la iconografía hinduista y budista.
En japonés el mudrā se denomina 印相 (inzō).
Etimología
El sustantivo mudrā proviene del adjetivo mudrá, que significa ‘alegre, gozoso’, y que a su vez proviene del sustantivo mud ‘gozo’.[2]
Mudrā también significa ‘sello’ o ‘anillo para sellar’ (que era un símbolo del rey). En ese sentido existen varios términos compuestos:
mudrā dhāraṇa: ‘que sostiene un anillo con sello’, el rey.
mudrā iantrā: ‘máquina selladora’ (una máquina impresora).
mudrā iantra alaia: ‘casa de máquina selladora’ (una oficina de imprentas, o una imprenta)
mudrā lipi: ‘escritura impresa’, impreso, litografía.
mudraṇī pattra: ‘hoja impresa’, una hoja de prueba, una prueba de galera.
mudrā rakṣaka: ‘cuidador de sellos [del rey]’.
mudrita pāṃsu: ‘hacer impresiones [las gotas de agua] en el polvo o en la arena’.
Algunos mudrās
Kechari mudrā
El kechari mudrā (que se hace con la lengua) es un ejemplo de un mudrā que no utiliza las manos.
Abhaia mudrā
Buda realizando el abhaya mudrā (estatua del s. XVIII).Un ejemplo de un mudrā hecho con las manos puede ser la contraposición de ambas palmas abiertas conocidas como abhaia mudrā, el gesto para eliminar el miedo (siendo a: sin’ y bhaya: ‘miedo’). Representa protección, paz, benevolencia y ausencia de miedo. En el budismo theravāda se hace con la mano derecha levantada sobre el hombro derecho, el brazo doblado y la palma hacia adelante con los dedos hacia arriba; la mano izquierda colgando del lado derecho del cuerpo erguido. En Tailandia y Laos este mudrā está asociado con el Buddha caminante, a menudo haciendo este mudrā con ambas manos. El mudrā fue probablemente usado antes de la aparición del budismo como un símbolo de buenas intenciones y de mostrarse amistoso con extraños.
Bhūmi sparśa mudrā
El bhūmi sparśa mudrā (‘gesto de tocar la Tierra’, siendo bhūmi: ‘el planeta Tierra’; y sparsha: ‘tocar’) representa al Buda tomando la Tierra como testigo. Representa el momento cuando Buddha resolvió el problema de acabar con el sufrimiento cuando se encontraba bajo el árbol en Bodh-Gaya. Usualmente representado por el Buda histórico y Aksobhya sentado en la posición del loto. La mano derecha toca el suelo con el dedo índice cerca de la rodilla derecha; la mano izquierda comúnmente descansando sobre la pierna con la palma hacia arriba.
Bailarina india realizando el bharata natyam mudrā.
Buda realizando el bhūmi sparśa mudrā. Museo de Ho Phra Keo, en Vientiane (Laos).
Varón (presumiblemente Buda) realizando mudrá y ásana (estatua en Bangkok).मुद्रा, en escritura devánagari.
mudrā, en el sistema IAST de transliteración.
Según sus practicantes, cada mudrā posee cualidades específicas que favorecen al propio practicante. En el hinduismo se considera que hay 24 mudrás principales.[1] Junto con los āsanas (posturas corporales), los mudrás se emplean en la meditación budista y en el yoga hinduista. Los gestos manuales comunes forman una parte importante de la iconografía hinduista y budista.
En japonés el mudrā se denomina 印相 (inzō).
Etimología
El sustantivo mudrā proviene del adjetivo mudrá, que significa ‘alegre, gozoso’, y que a su vez proviene del sustantivo mud ‘gozo’.[2]
Mudrā también significa ‘sello’ o ‘anillo para sellar’ (que era un símbolo del rey). En ese sentido existen varios términos compuestos:
mudrā dhāraṇa: ‘que sostiene un anillo con sello’, el rey.
mudrā iantrā: ‘máquina selladora’ (una máquina impresora).
mudrā iantra alaia: ‘casa de máquina selladora’ (una oficina de imprentas, o una imprenta)
mudrā lipi: ‘escritura impresa’, impreso, litografía.
mudraṇī pattra: ‘hoja impresa’, una hoja de prueba, una prueba de galera.
mudrā rakṣaka: ‘cuidador de sellos [del rey]’.
mudrita pāṃsu: ‘hacer impresiones [las gotas de agua] en el polvo o en la arena’.
Algunos mudrās
Kechari mudrā
El kechari mudrā (que se hace con la lengua) es un ejemplo de un mudrā que no utiliza las manos.
Abhaia mudrā
Buda realizando el abhaya mudrā (estatua del s. XVIII).Un ejemplo de un mudrā hecho con las manos puede ser la contraposición de ambas palmas abiertas conocidas como abhaia mudrā, el gesto para eliminar el miedo (siendo a: sin’ y bhaya: ‘miedo’). Representa protección, paz, benevolencia y ausencia de miedo. En el budismo theravāda se hace con la mano derecha levantada sobre el hombro derecho, el brazo doblado y la palma hacia adelante con los dedos hacia arriba; la mano izquierda colgando del lado derecho del cuerpo erguido. En Tailandia y Laos este mudrā está asociado con el Buddha caminante, a menudo haciendo este mudrā con ambas manos. El mudrā fue probablemente usado antes de la aparición del budismo como un símbolo de buenas intenciones y de mostrarse amistoso con extraños.
Bhūmi sparśa mudrā
El bhūmi sparśa mudrā (‘gesto de tocar la Tierra’, siendo bhūmi: ‘el planeta Tierra’; y sparsha: ‘tocar’) representa al Buda tomando la Tierra como testigo. Representa el momento cuando Buddha resolvió el problema de acabar con el sufrimiento cuando se encontraba bajo el árbol en Bodh-Gaya. Usualmente representado por el Buda histórico y Aksobhya sentado en la posición del loto. La mano derecha toca el suelo con el dedo índice cerca de la rodilla derecha; la mano izquierda comúnmente descansando sobre la pierna con la palma hacia arriba.
LA ENERGIA CHI
Los Tres Tesoros
Según la teoría Taoísta al nacer se nos regalan tres tesoros que permanecerán con nosotros hasta el día de nuestra muerte y que tenemos que cuidar y cultivar durante el transcurso de la vida. Estos tesoros son entidades claramente distintas entre si, pero completamente interdependientes, y asociadas estrechamente con la vida humana. Entre los tres abarcan los tres planos fundamentales de la vida humana: el físico, el energético, y el mental.
De su fuerza y su equilibrio interno dependen la salud y la longevidad humana. Según la teoría taoísta, los tres tesoros de la vida son:
Jing: la esencia de la vida, este concepto engloba todos los fluidos que circulan por nuestro cuerpo y que son transportados por la sangre, así como las hormonas segregadas por las diversas glándulas que componen el sistema endocrino, semen y óvulos, y los fluidos pesados como la linfa, los lubricantes que rodean a las articulaciones, (liquido sinovial), las lágrimas, la transpiración, y la orina.
Shen: el espíritu de la vida, engloba todas nuestras facultades mentales, entre las que se incluyen el pensamiento racional, la intuición, el espíritu, la atención y el ego. El pensamiento tradicional chino distingue cuatro aspectos principales: el espíritu: Hum, el alma humana, asociada con lo yang y el cielo. Bo: el alma animal asociada con lo ying y la tierra. Yi: pensamiento y conciencia. Jin: intento y fuerza de voluntad. A diferencia del dualismo occidental, que pone al espíritu como una entidad independiente, y situada por encima y más allá del cuerpo, el taoísmo considera al espíritu si está sano como el resultado del buen funcionamiento de los otros dos tesoros.
Qi o Chi: La energía de la vida, es la fuerza vital esencial que anima todas las formas de vida del universo. El Qi es invisible, silencioso, sin forma, pero lo impregna todo. Para los orientales el ideograma que lo identifica, nos dice "el vapor que sale de la olla donde se está cociendo el arroz".
El Chi o energía vital
Este Chi o Energía vital se manifiesta en el universo de distintas formas. Se manifiesta en la suma total de todas las energías del cosmos, incluyendo la gravedad, el magnetismo, la electricidad, la energía solar, las ondas de radio etc.
Y también se manifiesta como energía biónica que alimenta a todos los organismos vivos. El "Qi" o "Chi" es para el organismo viviente, lo que la electricidad es para cualquier aparato eléctrico, sin ella, es imposible que funcione.
Dentro del sistema humano el "Qi" adopta distintas formas:
A) Qi congénito energía primordial (yuan qi).
Es el estallido original de la energía pura, que se produce en el momento de la concepción e infunde la vida al feto que está en la matriz. Esta energía comienza a agotarse desde que nacemos, pero la podemos cultivar y tonificar por medio de una buena alimentación, y una correcta respiración, una vida sexual regulada y otras disciplinas orientales.
B) Qi absorbido del aire al respirar (yang qi)
C) Qi absorbido de la tierra
Esta energía es la que produce el cuerpo a partir del proceso digestivo y que se extrae de los alimentos y del agua. Cuando el qi de la tierra extraído de los alimentos y el agua, se une con el qi del cielo, extraído del aire, ambos se mezclan en la corriente sanguínea para formar esa única variedad de energía vital que confiere vida al organismo.
Por dónde circula el Qi
Esta energía se mueve por el cuerpo de la misma manera que la electricidad, siguiendo circuitos bien definidos. En la medicina tradicional china estos circuitos se denominan meridianos y forman una red de canales invisibles que transportan el qi a los tejidos de todo el cuerpo.
Existen doce meridianos principales, cada uno de ellos asociado con un órgano o una función vital importante, otros meridianos menores y los llamados exóticos. Cuando la circulación de la energía por estos meridianos deja de ser fluida esta se estanca, produciendo situaciones de vacío de energía o de plenitud de la misma, esta falta de equilibrio de la energía es la causante de las enfermedades.
Terapias que sanan
Existen distintas terapias orientales, con diversos nombres y técnicas pero todas tienen un denominador común el QI o CHI y todas tienden a restablecer el equilibrio de la energía del cuerpo, estimulando la autocuración. Como ya dijimos las técnicas son múltiples:
El Shiatsu es un masaje que utiliza la presión de los dedos hecha sobre puntos específicos, ubicados sobre los meridianos por los que circula la energía.
El Qi Gong entrena la energía por medio de la respiración para poder dirigirla donde haga falta, y para poder aumentarla tonificando los músculos y tendones.
El Tai Chi Chuan busca restablecer el equilibrio perdido mediante movimientos específicos que lubrican las articulaciones y fortalecen tendones y músculos.
Al nacer la vida nos regala los tres tesoros, uno de ellos es el QI o CHI, y como ya hemos dicho esta energía comienza a agotarse desde el día que nacemos, y también se desequilibra, enfermándonos. Pero la medicina oriental, nos provee de muy variadas disciplinas para recuperar el equilibrio perdido y estimular nuestro cuerpo ayudándolo a la autocuración. La solución depende solo de nosotros mismos.
Según la teoría Taoísta al nacer se nos regalan tres tesoros que permanecerán con nosotros hasta el día de nuestra muerte y que tenemos que cuidar y cultivar durante el transcurso de la vida. Estos tesoros son entidades claramente distintas entre si, pero completamente interdependientes, y asociadas estrechamente con la vida humana. Entre los tres abarcan los tres planos fundamentales de la vida humana: el físico, el energético, y el mental.
De su fuerza y su equilibrio interno dependen la salud y la longevidad humana. Según la teoría taoísta, los tres tesoros de la vida son:
Jing: la esencia de la vida, este concepto engloba todos los fluidos que circulan por nuestro cuerpo y que son transportados por la sangre, así como las hormonas segregadas por las diversas glándulas que componen el sistema endocrino, semen y óvulos, y los fluidos pesados como la linfa, los lubricantes que rodean a las articulaciones, (liquido sinovial), las lágrimas, la transpiración, y la orina.
Shen: el espíritu de la vida, engloba todas nuestras facultades mentales, entre las que se incluyen el pensamiento racional, la intuición, el espíritu, la atención y el ego. El pensamiento tradicional chino distingue cuatro aspectos principales: el espíritu: Hum, el alma humana, asociada con lo yang y el cielo. Bo: el alma animal asociada con lo ying y la tierra. Yi: pensamiento y conciencia. Jin: intento y fuerza de voluntad. A diferencia del dualismo occidental, que pone al espíritu como una entidad independiente, y situada por encima y más allá del cuerpo, el taoísmo considera al espíritu si está sano como el resultado del buen funcionamiento de los otros dos tesoros.
Qi o Chi: La energía de la vida, es la fuerza vital esencial que anima todas las formas de vida del universo. El Qi es invisible, silencioso, sin forma, pero lo impregna todo. Para los orientales el ideograma que lo identifica, nos dice "el vapor que sale de la olla donde se está cociendo el arroz".
El Chi o energía vital
Este Chi o Energía vital se manifiesta en el universo de distintas formas. Se manifiesta en la suma total de todas las energías del cosmos, incluyendo la gravedad, el magnetismo, la electricidad, la energía solar, las ondas de radio etc.
Y también se manifiesta como energía biónica que alimenta a todos los organismos vivos. El "Qi" o "Chi" es para el organismo viviente, lo que la electricidad es para cualquier aparato eléctrico, sin ella, es imposible que funcione.
Dentro del sistema humano el "Qi" adopta distintas formas:
A) Qi congénito energía primordial (yuan qi).
Es el estallido original de la energía pura, que se produce en el momento de la concepción e infunde la vida al feto que está en la matriz. Esta energía comienza a agotarse desde que nacemos, pero la podemos cultivar y tonificar por medio de una buena alimentación, y una correcta respiración, una vida sexual regulada y otras disciplinas orientales.
B) Qi absorbido del aire al respirar (yang qi)
C) Qi absorbido de la tierra
Esta energía es la que produce el cuerpo a partir del proceso digestivo y que se extrae de los alimentos y del agua. Cuando el qi de la tierra extraído de los alimentos y el agua, se une con el qi del cielo, extraído del aire, ambos se mezclan en la corriente sanguínea para formar esa única variedad de energía vital que confiere vida al organismo.
Por dónde circula el Qi
Esta energía se mueve por el cuerpo de la misma manera que la electricidad, siguiendo circuitos bien definidos. En la medicina tradicional china estos circuitos se denominan meridianos y forman una red de canales invisibles que transportan el qi a los tejidos de todo el cuerpo.
Existen doce meridianos principales, cada uno de ellos asociado con un órgano o una función vital importante, otros meridianos menores y los llamados exóticos. Cuando la circulación de la energía por estos meridianos deja de ser fluida esta se estanca, produciendo situaciones de vacío de energía o de plenitud de la misma, esta falta de equilibrio de la energía es la causante de las enfermedades.
Terapias que sanan
Existen distintas terapias orientales, con diversos nombres y técnicas pero todas tienen un denominador común el QI o CHI y todas tienden a restablecer el equilibrio de la energía del cuerpo, estimulando la autocuración. Como ya dijimos las técnicas son múltiples:
El Shiatsu es un masaje que utiliza la presión de los dedos hecha sobre puntos específicos, ubicados sobre los meridianos por los que circula la energía.
El Qi Gong entrena la energía por medio de la respiración para poder dirigirla donde haga falta, y para poder aumentarla tonificando los músculos y tendones.
El Tai Chi Chuan busca restablecer el equilibrio perdido mediante movimientos específicos que lubrican las articulaciones y fortalecen tendones y músculos.
Al nacer la vida nos regala los tres tesoros, uno de ellos es el QI o CHI, y como ya hemos dicho esta energía comienza a agotarse desde el día que nacemos, y también se desequilibra, enfermándonos. Pero la medicina oriental, nos provee de muy variadas disciplinas para recuperar el equilibrio perdido y estimular nuestro cuerpo ayudándolo a la autocuración. La solución depende solo de nosotros mismos.
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