martes, 7 de diciembre de 2010

LOS HUGONOTES

El término Hugonotes (Huguenot en francés) es el antiguo nombre otorgado a los protestantes franceses de doctrina calvinista durante las guerras de religión. A partir del siglo XVII, los hugonotes serían denominados frecuentemente Religionnaires, ya que los decretos reales (y otros documentos oficiales) empleaban el desdeñoso «pretendida religión reformada» para designar al protestantismo.
El término nació en Francia, donde el idioma francés crearía Huguenot (pronunciado con t muda), y que luego sería hispanizado. El porqué de la denominación no es bien conocida, pero al igual que la mayoría de los apodos dados por la mayoría católica romana a los protestantes en diversos países, hugonote habría tenido en su origen un sentido peyorativo. Muchos autores señalan desconocer el origen del apodo; sin embargo, otros recogen la siguiente información al respecto.
El filólogo y humanista francés del siglo XVI, Henri Estienne, señala en su Apologie d'Hérodote (1566) que se trataba de vincular a los protestantes como súbditos de un fantasma de la ciudad de Tours:
........ los protestantes de Tours solían congregarse de noche en un local próximo a la puerta del rey Hugo, a quien el pueblo tenía por un espíritu y como, con ocasión de esto, un fraile hubiese dicho, en su sermón, que los luteranos habían de llamarse hugonotes, como súbditos del rey Hugo, puesto que únicamente podían salir de noche, como hacían; el apodo se hizo popular desde 1560, y por mucho tiempo se conoció por hugonotes a los protestantes franceses.

Otro posible origen etimológico del término hugonote es referido por el historiador H.G. Koenigsberger, quien en su obra El mundo Moderno 1500-1789 sostiene que el nombre podría provenir de la palabra suizo-alemana “Eidgenossen”, o sea, confederados, que era la expresión usada para designar a las ciudades y cantones helvéticos, teniendo en consideración que Calvino estableció su exilio en Suiza y que los partidarios y predicadores de la Reforma de Ulrico Zuinglio eran aprobados por las autoridades de esos territorios. No obstante, en el seno del Pequeño Consejo de Ginebra éste fue el nombre dado a los partidarios de los Cantones suizos. Del mismo modo, los partidarios del duque de Saboya eran denominados "Mobolicos".
Théodore de Bèze, colaborador y sucesor de Juan Calvino, menciona también la primera etimología, evocando a los protestantes de Tours. Sin embargo, el origen etimológico de hugonote sigue en debate.

 Reforma en Francia

De acuerdo a lo señalado por el evangélico Samuel Vila Ventura en su Enciclopedia Ilustrada de Historia de la Iglesia, el movimiento hugonote francés se remonta hasta la publicación en París de la obra de Jacobus Faber Stapulensis: Sancti Pauli Epistolae XIV ex Vulgat: adiecta intelligentia ex Graeco, cum commentariis, en 1512, en la cual se enseñaba claramente la doctrina de la justificación por la sola fe.
Posteriormente, católicos galeses y reformados, como Jacques Lefèvre d’Étaples, se adherirían también a estas creencias, prosiguiendo el movimiento iniciado por Martín Lutero en Sajonia. No obstante, el verdadero organizador de los reformados franceses sería Juan Calvino, quien, incluso después de haber tenido que huir de Francia hacia 1534, dedicó su obra La Institución de la Religión Cristiana al rey Francisco I de Francia en 1536. Calvino, establecido en Ginebra, ayudó a organizar las Iglesias reformadas de Francia, denominadas desdeñosamente "pretendida religión reformada" en los textos oficiales.
En el Sínodo de París de 1559, los protestantes franceses decidieron en su gran mayoría aprobar una declaración doctrinal claramente calvinista, para presentarla ante el nuevo rey de Francia, Francisco II de Francia. Sin embargo, la influencia de la Casa de Guisa, enemiga declarada de la Reforma, desató en respuesta una política claramente represiva contra, ya en ese momento, la ya respetada minoría protestante. Las familias hugonotas serían perseguidas por todos los medios y por espacio de treinta años (1562 a 1594).

[editar] Enrique IV de Francia

El más célebre de los hugonotes fue, sin duda, Enrique de Navarra, hijo de Juana de Albret y futuro rey Enrique IV de Francia. Fue obligado a abjurar, para salvar su vida durante la Matanza de San Bartolomé (24 de agosto de 1572). Posteriormente volvió a abrazar el protestantismo una vez a salvo en su reino y abjuró definitivamente en 1593 al comprender que era una condición imprescindible para ser reconocido como rey de Francia.
Durante su reinado, restauró la paz civil en Francia firmando el Edicto de Nantes (13 de abril de 1598) y concediendo determinadas plazas fuertes a los protestantes.

 La persecución

El 18 de octubre de 1685, Luis XIV de Francia, el Rey Sol, decide revocar el Edicto de Nantes y reiniciar el exterminio sistemático de los evangélicos franceses, utilizando, entre otras iniciativas, el infame Batallón especial, un grupo de soldados dedicados exclusivamente a la tarea de reprimir a los protestantes.
Numerosos hugonotes huyeron a los Países Bajos, Suiza, Inglaterra y a diversas ciudades evangélicas alemanas, como Kassel, Erlangen y Berlín, así como a Prusia. Otros muchos se instalarían en las colonias británicas del Cabo y la América británica y comenzarían sus propias iniciativas colonizadoras, cuyos descendientes contribuirían a la fundación de naciones modernas como Sudáfrica y los Estados Unidos de América.
En el artículo "Refugiado" de la "Enciclopedia", se encuentra esta cita: "Luis XIV, al perseguir a los protestantes, ha privado a su reino de más de un millón de hombres trabajadores" (artículo que, se supone, escribió Voltaire).
Los que se quedaron en Francia fueron perseguidos hasta mediados del siglo XVIII. Algunas cuevas del sur de Francia se conocen con el nombre de "cuevas de los hugonotes", en las que se refugiaban los predicadores que iban de paso para evitar ser arrestados.

[ Reivindicación de los hugonotes

Las libertades básicas de los protestantes en ese país, incluyendo el reconocimiento legal de sus matrimonios, es decir, de sus familias, fueron admitidas nuevamente por el Estado francés en 1802.
A mediados del siglo XVIII, los hugonotes se dividieron por causa del liberalismo, pero en 1905 (25 de octubre) fueron capaces de organizar la Federación Protestante de Francia (en francés Fédération Protestante de France) para «defender los intereses protestantes» en el contexto de un Estado laico y coordinar los esfuerzos de evangelización, educación de los pastores, enseñanza de la feligresía y misiones.
La FPF agrupaba en 2007 a diecisiete iglesias y uniones de iglesias (luteranas, reformadas-calvinistas, bautistas y evangélicas en general). La población protestante de Francia se estima en un millón cien mil feligreses aproximadamente,[2] a los que hay que añadir otros 400.000 evangélicos agrupados en la Federación Evangélica de Francia (FEF), organizada en 1969 y que abarca a unas 425 organizaciones de corte evangelicalista, es decir, que enfatizan la autoridad unívoca de la Biblia, el compromiso militante y el nuevo nacimiento, en contraposición al entronque histórico enraizado en las Reformas (Protestante y Radical) y en la herencia religiosa medieval de cátaros y hugonotes.
Con ocasión de las celebraciones por el centenario de la Federación Protestante de Francia, "Le Monde" publicó en octubre de 2005 una entrevista al pastor Jean-Arnold de Clermont, presidente de la FPF ese año, en la que afirmaba que «el protestantismo francés no tiene color político» y añadía, con respecto a sus relaciones con la Federación Evangélica de Francia, que la Federación centenaria «reúne a iglesias diferentes en un proyecto asociativo que pone el acento en la relación con la modernidad», mientras que el proyecto de la FEF es el de «reunir a las iglesias en torno a una Declaración de Fe»". Puestas así las cosas, concluía que «no estamos en competencia con la Federación Evangélica de Francia».