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jueves, 16 de septiembre de 2010

RABDOMANCIA

La radiestesia o rabdomancia es una actividad pseudocientífica que se basa en la existencia de estímulos eléctricos, electromagnéticos, magnetismos y radiaciones que emiten, elementos, cuerpos de cualquier naturaleza, y la Tierra, que permiten fenómenos naturales como; la orientación de las rocas en las dorsales oceánicas o la magnetorrecepción de algunos animales y que pueden ser detectadas por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas "L", o una horquilla que amplifican la capacidad de magnetorrecepción del ser humano.[
Radiestesia es un neologismo, del latín radium: ‘radiación’ y del griego aesthesia: ‘percepción por los sentidos’ o ‘capacidad de sentir’ (de aisthesis: ‘percepción’).
La palabra Rabdomancia proviene del griego rhabdos: ‘vara’ y manteia: ‘adivinación’.
Un zahorí, a veces llamado radiestesista, dowsers (en anglosajon) o rabdomante es alguien que afirma que puede detectar cambios del electromagnetismo a través del movimiento espontáneo, de dispositivos simples sostenidos por sus manos, normalmente una varilla de madera o metal en forma de "Y" ó "L" o un péndulo.
Se entiende por rabdomante (practicante de rabdomancia) a una persona que está dotada de la facultad de detectar la existencia de flujos magneticos o líneas ley,[4] reeconocidos por pueblos prehistóricos,[5] corrientes de agua, vetas de minerales, lagos subterráneos, etc. a cualquier profundidad y sustentan la eficacia de la técnica en razones psicológicas, y los movimientos de los instrumentos por el efecto ideomotor.[6] Algunos de manera equivoca la trátan de una "facultad supranormal"

[editar] Antecedentes

El zahorismo, radiestesia, en su variante tradicional de búsqueda de aguas subterráneas es una práctica llevada a cabo desde hace al menos 4500 años.[7] La radiestesia ha sido ampliamente practicada desde tiempos remotos, a falta de conocimiento geológico o de instrumental científico, si bien hoy día sigue teniendo amplio uso en zonas rurales, a pesar de la falta de pruebas científicas sobre su eficacia.

[editar] Intentos de explicación

Los primeros intentos de explicación científica se basaban en la noción de que las varillas del zahorí eran físicamente afectadas por emanaciones de las sustancias de interés. Por ejemplo, William Pryce.[8] en su Mineralogia Cornubiensis de 1778 de las que cientificos argumentan que "tales explicaciones no tienen actualmente sustento científico válido".
En 1986, la revista Nature, incluyó el zahorismo en una lista de "efectos que se presuponían paranormales, pero que pueden ser explicados por la ciencia".[9] En concreto, el zahorismo puede ser explicado en términos de pistas sensoriales y conocimientos previos del zahorí, efectos de expectativas y probabilidad.[9]
Los escépticos y algunos creyentes piensan que el instrumento usado por el zahorí no tiene energía propia, sino que amplifica pequeños movimientos inconscientes de las manos, efecto conocido como efecto ideomotor. Esto haría de la varilla un instrumento de expresión de conocimiento o percepción subconsciente del adivino.
Algunos autores afirman que el ser humano podría ser sensible a pequeños gradientes del campo magnético terrestre, aunque no hay evidencia sobre ello. El zahorismo, tal y como se practica hoy en día parece haberse originado en Alemania durante el siglo XV para encontrar metales. Ya en 1518 Martín Lutero la citaba como una violación del primer mandamiento, al considerarlo un acto de brujería en su obra Decem praecepta. En la edición de 1550 de la Cosmographia de Sebastian Münster aparece un grabado de un zahorí con una varilla en Y en unas extracciones mineras. En 1556, Georgius Agricola realiza una detallada descripción del zahorismo para la búsqueda de metales.[10]
En 1662, el jesuita Gaspar Schott afirmó que la práctica era una superstición, e incluso satánica, aunque posteriormente diría que no estaba seguro de que el diablo fuera siempre el que movía la varita.[11]
El uso de varas o ramas para la localización ha sido un elemento popular de las creencias populares de principios del siglo XIX en Nueva Inglaterra. Los primeros líderes mormones, religión surgida en esa época, participaron de esas creencias. Así, Oliver Cowdery, escriba del Libro de Mormón y uno de los doce apóstoles de la Iglesia Mormona, usó una varilla para practicar la adivinación.
El término radiestesia aparece en inglés por primera vez en los años treinta, proveniente del francés radiésthesie creado hacia el año 1890 por el abad Alexis Bouly quien fundaría la Sociedad de Amigos de la Radiestesia.
Técnica
Vara en forma de Y.
El practicante de la radiestesia emplea una varilla vegetal o metálica o bien un péndulo, que aparentemente sirve de estímulo para percibir el lugar indicado. No obstante algunos radiestesistas utilizan otro tipo de equipos, o no los requieren.
Los zahoríes, o radiestesistas que hacen uso de la horquilla de árbol, preferentemente avellano o sauce, o de un péndulo. La horquilla debe sostenerse con las dos manos y en una postura determinada (ver ilustración) mientras el sujeto recorre el terreno a explorar, hasta que su movimiento indique la presencia buscada.

[editar] Usos

La radiestesia practicada con pendulo es una técnica de medicina alternativa usada como herramienta para el diagnóstico y esta muy relacionada con los campos descritos por la Acupuntura. Una utilidad conocida de la radiestesia, quizá la de más larga tradición, es la realizada por los denominados zahoríes, que aseguran ser capaces de encontrar los sitios más favorables para la excavación de pozos, donde el nivel freático es más accesible, por medio de estas técnicas.
Los usos pretendidos de la radiestesia son muchos. Con ella se intenta:
  • diagnosticar enfermedades,
  • obtener medidas exactas,
  • encontrar agua,
  • encontrar minerales,
  • inventariar recursos naturales,
  • predecir estados actuales o futuros de la materia viva,
  • encontrar objetos perdidos,
  • encontrar personas, etc.

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