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jueves, 1 de julio de 2010

PAPUS (Gerard Encausse, 1865-1916)

Gérard Encausse nació el 13 de julio de 1865 en la Coruña (España), hijo de Louis Encausse, químico francés, y de madre española (Vallisoletana). En 1869 su padre retornó a Francia. Lo que se dice en todas partes de él, es que fue doctor en medicina y cirujano, hipnotista y Ocultista de gran renombre (llegó a polarizar en su momento toda la actividad esotérica de Paris, fundó el Groupe Independentant d’Etudes Esoteriques, la Faculté de Sciences Hermétiques, reorganizó la Orden Martinista y dirigió la O.K.R.C. (Orde Kabalistique de la Roxe Crois), actuando también en la Masonería).

Personalmente, después de haber estudiado a Samael Aun Weor, quien se apartó por completo del mundo de las viejas órdenes y sociedades secretas considerándolas desde meros clubes sociales para intelectuales teorizantes en torno a los asuntos espirituales, hasta auténticas escuelas de magia negra, y ya que entiendo que la obra de Samael Aun Weor supera ampliamente a todos los textos de ocultismo antiguos desde el punto de vista de su claridad y utilidad práctica, conviene explicar porqué.



Lo que leemos en los libros ocultistas y no hemos comprobado experimentándolo nosotros mismos es la doctrina del ojo (estudio intelectual del ocultismo) y a mi me interesa la doctrina del corazón (estudio intuitivo del ocultismo) cuyo principio, el intimismo o culto al íntimo, sólo he hallado en la obra de Samael Aun Weor.



La doctrina del ojo es siempre ciega, depende de lo que leemos, de lo que otros nos cuentan, nos hace presa fácil de cualquier mentira que se hace pasar por verdad. Lamentablemente se empieza por la doctrina del ojo, y esta es muy difícil de superar, tanto que es raro aquel que encuentra la forma de trascenderla y llegar a la doctrina del corazón, sólo personas totalmente sinceras consigo mismas son capaces de tal hazaña. La doctrina del corazón es experimentación directa de la verdad, desgraciadamente el común de la gente prefiere confiar en lo que otros dicen que en su real ser íntimo, y especialmente el estudiante ocultista, el que busca las claves del ocultismo.



Decía Cristo que nos cuidásemos de la levadura de los saduceos y de la de los fariseos. Esa levadura de los saduceos es el materialismo, el cual lleva a los bribones a traficar con las almas humanas y hacerse mercaderes del templo. Eh ahí las sectas y cultos en manos de desaprensivos que explotan a la gente por dinero. Un gran peligro sin duda, pero detectable (al comprobar que se nos va el dinero sin saber ni como al entrar en relación con ciertos sujetos e instituciones). Muchos se decepcionan y se llenan de escepticismo ante esta realidad, y sin querer se alían así al enemigo secreto.



Del fariseo dijo cristo que ni entraba él al reino de los cielos ni dejaba entrar a los demás. Eh ahí el falso ocultismo, la falsa religión, el falso yoga, el falso discípulo de los verdaderos maestros, ect. Desgraciadamente todo estudiante de ocultismo tiene en su interior al YO fariseo, al YO espiritual, al que se hace pasar por martir y santo, al que sabe toda la doctrina del ojo, al que codicia ser iniciado, al impostor, al intruso. De este elemento indeseable se aprovecha la magia negra para desviar a muchos que buscaron el sendero oculto.



Eh ahí el porqué de que magos blancos y magos negros se confunden entre sí en la historia del ocultismo y son igualmente famosos.



Aunque uno sea muy cuidadoso y receloso de todo aquello que lee y oye, aunque estudie toda la literatura ocultista de renombre, no encontrará claramente la clave única del gran arcano porque este era secreto y sólo ha sido revelado públicamente por Samael Aun Weor. En esto se prueba que su obra supera a todas las demás: el que tome el trabajo de estudiar la principal literatura ocultista, llegará a la inevitable conclusión de que el gran arcano es lo único salvador que tales obras encierran, pero a ese arcano se le llama "el secreto indecible" porque nunca se rebela claramente en ningún libro -de ahí el nombre de ocultismo- sino que sólo en la obra de Samael Aun Weor se enseña claramente por primera vez (es importante decir "por primera vez" porque a partir de esa obra muchos lo han adoptado, pero antes no se rebelaba públicamente, entonces saber la fuente concreta de la develación puede servirles a quienes lo han conocido ya adulterado). Ahora bien: El fariseo se contenta con el envoltorio del gran arcano, es feliz con las teorías, los juramentos y sectarismos, las túnicas y demás parafernalia ritualística. Por eso el viejo ocultismo sobrevive sirviendo a unos de meta, a otros de vicio, y sin distinguir claramente entre verdaderos y falsos maestros.



Quienes conocen el arcano y lo saben usar se convierten en maestros, en teúrgos (magos blancos), quienes no lo llegan a conocer o no lo saben usar se convierten en nigromantes o magos negros.



La gran mayoría del estudiantado no pasa de volverse loco entre tanto libro o de aficionados al ocultismo.



Volviendo al "venerable" mago negro PAPUS, en la actualidad todavía son muchos los entusiastas y estudiosos de su obra, en la página http://club.telepolis.com/agaigcu/papus.htm puede leerse una biografía suya tal y como la presentan sus eruditos seguidores. Algunos otros datos recopilados por su hijo Philippe Encausse los podemos consultar en un artículo del eminente frater fiducius en http://fratreslucis.netfirms.com/papus.html de donde hemos tomado la fotografía de esta página. Dado que fiducius es antiguo ya en el estudio de todas las célebres personalidades ocultistas, recoge en su página gran cantidad de cosas curiosas. En todo caso intrincadas también, pues como la doctrina del ojo es para la mente se presenta como gusta a la mente.



Todos estos datos no vienen mal para hacernos una idea de que cuanto más nos adentramos en la historia del ocultismo con la sola facultad de la razón, menos seguros podemos estar de nada, y al final todo queda en ser partidarios de determinadas versiones y detractores de otras, por eso lo que interesa es vivenciar.



Es evidente que ninguna página web, autor ni secta nos va a contar la historia completa de una personalidad ocultista, sino algunas de sus facetas. Y francamente eso no sirve más que como curiosidad.

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