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domingo, 13 de abril de 2014

LA ISLA FANTASMA DEL MILLON DE TUMBAS...


Ni siquiera los habitantes de la famosa New York saben que existe una isla que se ha convertido en fosa común de más de un millón de cadáveres. Se trata de Hart Island, una isla al este del Bronx con acceso restringido donde yacen millones de muertos.
Desde 1869 esta isla estadounidense se utiliza como cementerio. Aquí no hay lápidas y cada fosa común está marcada con una simple señal blanca, en algunos casos de plástico. Hay unos 150 ataúdes de adultos por fosa común y unos mil niños en cajones minúsculos identificados con un número en fosas separadas.





Es uno de los cementerios más grandes de Estados Unidos. Anualmente en esta isla hay sepultadas unas 1.500 personas, según dijo  Melinda Hunt, jefa del Proyecto Hart Island. Esta organización ayuda a las familias a encontrar a sus seres queridos en Hart Island.
 
Durante mucho tiempo los registros del cementerio fueron inaccesibles. Algunos se perdieron y otros se incendiaron, por lo que muchas familias no podían saber si uno de sus miembros había sido enterrado en la isla. Ni siquiera hubo mapa del lugar hasta 2009.




Además esta isla fantasma es uno de los lugares menos visitados en Nueva York. Está prohibido filmar y fotografiar en el territorio de la isla deshabitada y las visitas deben ser autorizadas por el Departamento de Prisiones, que administra la isla.

Entre tanto, este Departamento raramente permite la entrada a la isla y explica que no puede recibir visitantes porque no tiene la infraestructura. De hecho, los pocos edificios que hay en la isla están abandonados y algunos en ruinas.

En diferentes momentos de la historia Hart Island ha albergado de manera sucesiva un campo de prisioneros de guerra, un hospicio, una prisión, un asilo de mujeres e incluso una base de misiles antiaéreos durante la Guerra Fría.



Esta supervisada por el Departamento de Correcciones del Estado de NY  y, a menos que seas un prisionero, no te permiten poner ni un pie en ella. Incluso la prensa no puede acceder a excepción de unas pocas visitas guiadas concedidas a lo largo de los años por el Estado de Nueva York. Los familiares de las personas enterradas en el cementerio ahora se les permite una visita supervisada, dentro de un pequeño gazebo cerca del muelle, eso es si cumplen con los estrictos requisitos necesarios.

 La intrusión se castiga con hasta dos años de prisión, eso, obviamente, no ayuda a disipar los muchos misterios que rodean esta pequeña isla famosa por albergar una de las mayores fosas comunes en el mundo.


Los entierros en la isla de Hart comenzaron durante la Guerra Civil Americana. Sirvió como un campo de prisioneros durante cuatro meses en 1865 durante la cual 3.413 soldados confederados capturados fueron alojados en la isla, 235 de ellos murieron en el campamento. La isla entonces sirvió como unaestación de cuarentena cuando la fiebre amarilla azotó Nueva York en 1870, durante años después se instaló cómo un manicomio especialmente de mujeres y reformatorio para pequeños delincuentes, fue construido en 1885, hoy en día sigue en píe.

 Durante la Segunda Guerra Mundial, la isla fue entregada a la Armada para ser utilizada como cuartel disciplinario de la Marina, la Guardia Costera y el personal de Marina, con nada menos que 2.800 soldados bajo custodia. El Departamento de Correcciones ha utilizado la isla para una cárcel. hospital de tuberculosos y un centro de rehabilitación de drogas. Lo que se dice una Isla con historia....bastante tetrica...

DESAPARECE LA PUERTA A OTROS MUNDOS....


Muy cerca de la cumbre del volcán Mauna Kea en Hawái, a 3.970 metros sobre el nivel del mar, se encuentra un pequeño lago alpino, el único de toda la isla, que juega un importante papel en la ecología y la cultura locales. El Waiau es considerado por los nativos como una puerta a otros mundos, un lugar que conecta la Tierra con la esfera espiritual. Incluso existe la costumbre de arrojar a sus aguas el cordón umbilical de los niños recién nacidos con la esperanza de que ese «regalo» les traiga a cambio una larga vida. Pero el lago se seca de forma alarmante. Ha encogido de cien metros de anchura y 3 de profundidad en 2009 a menos de 10 metros y unos 20 cm en la actualidad. Se ha convertido en un charco. Su situación no tiene precedentes.


Científicos de la Universidad de Hawai en Hilo y de la Estatal de Idaho han monitorizado los cambios recientes en la geometría del lago utilizando técnicas avanzadas, como el escaneo láser y la fotogrametría, según informan en una investigación publicada en la revista EOS. El Waiau se alimenta de esporádicas tormentas de invierno que arrojan nieve en la de otra forma árida cima. El tamaño del lago fluctúa según las precipitaciones, pero en los últimos años se ha reducido de forma drástica. Los resultados son concluyentes: el volumen actual del lago es inferior al 1% de su valor normal previo a 2010. Prácticamente, ha desaparecido.
Los investigadores han echado mano a fotos aéreas para conocer cómo el lago ha evolucionado desde la década de 1950, fotografías históricas tomadas en los últimos cien años e informes escritos que se remontan a principios de 1800, pero nada indica que el lago haya sido nunca tan pequeño como lo es hoy. Esto sugiere que la actual reducción de tamaño no tiene precedentes en los tiempos modernos, aunque no puede afirmarse con certeza absoluta, ya que hay grandes paréntesis de tiempo entre las observaciones registradas entre 1800 y principios de 1900. No obstante, la reducción del tamaño del lago parece ser altamente inusual.

Persistente sequía

Desde el Hawaiin Volcano Observatory, una organización del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), señalan que la culpa de la disminución del lago sería la actual sequía en Hawái que se inició en 2008, aunque quizás también intervengan cambios en el permafrost que puede existir bajo el lago, lo que podría haber alterado el equilibrio de la aguas.

El lago tiene valor biológico, ya que alberga diferentes formas de microorganismos y algas verdes, pero sobre todo tiene una gran importancia cultural. La cumbre del Mauna Kea, el punto más alto de Hawai, es uno de los lugares sagrados de la isla. Los sitios arqueológicos cercanos a la cumbre dan fe de su prolongada importancia espiritual, y el pico es considerado el piko (cordón umbilical) del mundo espiritual de Hawái, lo que conecta la tierra a los cielos. El Waiau es particularmente sagrado, y los hawaianos arrojan a sus aguas el cordón umbilical de sus hijos recién nacidos para asegurarles una larga vida. La desaparición del lago sería «una gran pérdida para Hawai», dicen los investigadores.