La Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe e.V.,[1] (traducido del alemán como "Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana"), conocida como Ahnenerbe o también, SS-Ahnenerbe, (emblema en la imagen),fue una entidad pseudocientífica alemana constituida formalmente en 1935 por dirigentes e ideólogos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para realizar y divulgar investigaciones con fines propagandísticos en apoyo de la ideología nazi y en particular, de sus teorías racistas relacionadas con el mito de la raza aria y su supremacía. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, la Ahnenerbe fue integrada en la estructura de las SS, organización fundamental del aparato de Estado del Tercer Reich, y dirigida, bajo la presidencia de Heinrich Himmler(foto
), por Walther Wüst y Wolfram von Sievers(foto), orientando su actividad hacia el apoyo de experimentos brutales sobre prisioneros víctimas del holocausto. Al final de la guerra, quedo disuelta y sus actividades investigadas en el marco de los juicios de Núremberg, siendo declarada organización criminal en 1946 junto con las SS. Sievers fue juzgado y condenado a la pena capital como criminal de guerra. Por su naturaleza, la Ahnenerbe y su historia son uno de los temas abordados por las controvertidas teorías sobre el ocultismo nazi.La Ahnenerbe patrocinó en 1938 el envio de una expedición al Tibet, única conocida fuera de Alemania a pesar de su carácter secreto, bajo la dirección del biólogo Ernst Schäfer, a pesar de los recelos de este sobre la obsesión de Himmler por el ocultismo.
Partieron en abril de 1938, llegó al Tíbet (foto)en enero siguiente. El equipo incluía a Bruno Beger, quien estudió los cráneos de unas 400 personas para intentar probar que el Tíbet era el lugar de nacimiento de una raza nórdica. Sus primeras conclusiones fueron que los tibetanos estaban en algún punto entre los mongoles y las razas europeas. Otros miembros del equipo eran Edmont Geer y Karl Vinert. Se especula con que Schäfer pudo intentar personalmente probar que el Yeti era una especie de oso y, aunque él no encontró este espécimen, sí envió más de 50 animales de nuevo a Alemania para realizar un estudio adicional, así como 5000 tipos diversos de grano. El equipo también adquirió 108 páginas del texto sagrado Kangschur.
La expedición terminó formalmente en mayo de 1939, pero Schäfer no publicaría sus resultados hasta 1950, con el título: Festival of the White Gauze Scarves: A research expedition through Tibet to Lhasa, the holy city of the god realm.
Se consideró que la Ahnenerbe procuró los recursos para que se llevarán a cabo diversos experimentos condenados como criminales y ejecutados en los campos de concentración de Dachau y Struthof-Natzweiler, como establece el documento de sentencia del juicio de los doctores.[5]
Experimentos:
Resistencia a altitud: dentro de cámaras de despresurización en Dachau, numerosos prisioneros sufrieron la muerte;
Inyecciones de cepas de malaria y extractos de glándulas de mosquito;
Resistencia a congelación: El 15 de agosto de 1942, Rascher emprendió estudios de congelación sometiendo a bajas temperaturas a prisioneros en Dachau en beneficio de la Luftwaffe.[6]
Infección de heridas con gas mostaza;
Potabilización de agua marina: los prisioneros eran privados de alimento y la única bebida suministrada eran diferentes variantes de agua marina tratada químicamente;
Inoculación de Ictericia;
Inoculación de Tifus.
Muchos miembros de alto rango del régimen nazi, incluyendo a Hitler, pero especialmente Himmler y Hess, mantuvieron enrevesadas creencias ocultistas. Motivados por tales creencias, los alemanes enviaron una expedición a Tibet entre 1938 y 1939 ante la invitación del gobierno tibetano a asistir a las celebración de Losar (Año Nuevo).
El primer elemento de las creencias ocultistas nazis provenía de la tierra mítica de Hiperbórea-Thule. Tal como Platón había citado la leyenda egipcia de la isla sumergida de la Atlántida, Herodoto mencionó la leyenda egipcia del continente de Hiperbórea en el lejano norte. Cuando el hielo destruyó esta tierra remota, su gente emigró al sur. En un escrito de 1679, el autor sueco Olaf Rubbeck identificó a los atlantes con los hiperbóreos y situó a estos últimos en el Polo Norte. Según varios relatos, Hiperbórea se dividió en las islas de Thule y Última Thule, que algunas personas identifican con Islandia y Groenlandia.
El segundo ingrediente fue la idea de una tierra hueca. A finales del siglo XVII, el astrónomo británico Sir Edmund Halley sugirió por primera vez la idea de que la Tierra era hueca, consistente de cuatro esferas concéntricas. La teoría de la Tierra hueca disparó la imaginación de muchas personas, especialmente con la publicación del libro del novelista francés Julio Verne, Viaje al centro de la tierra, en 1864.
Poco después apareció el concepto de Vril. En 1871, el novelista británico Edward Bulwer-Lytton, en The Coming Race (La raza que viene), describió una raza superior, la vril-ya, que vivía bajo tierra y planeaba conquistar el mundo con vril, una energía psicoquinética. El autor francés Louis Jacolliot promovió el mito en Les fils de Dieu (Los hijos de Dios) (1873) y en Les Traditions indo-européenes (Las tradiciones indo-europeas) (1876). En estos libros, vinculaba al vril con el pueblo subterráneo de Thule. Los habitantes de Thule aprovecharían el poder del vril para convertirse en superhombres y dominar el mundo.
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) también enfatizó el concepto del Übermensch (superhombre) y comenzó su último trabajo, Der Antichrist (El anticristo) (1895) con la línea, “Veámonos como lo que somos. Somos hiperbóreos. Sabemos muy bien cuán aparte vivimos”. Aunque Nietzsche nunca mencionó al vril, en la publicación póstuma de su colección de aforismos, Der Wille zur Macht (La voluntad del poder), recalcó el papel de una fuerza interna para un desarrollo superhumano. Escribió que “la manada”, refiriéndose a las personas comunes, busca seguridad dentro de sí misma creando reglas, moralidad y leyes, mientras que los superhombres cuentan con una fuerza vital interna que les conduce a ir más allá de la manada. Esa fuerza les exige y los conduce a mentir a la manada para poder permanecer independientes y libres de la “mentalidad de manada”.
En los años antes y durante la Primera Guerra Mundial, Guido von List, Jorg Lanz von Liebenfels y Phillip Stauff popularizaron la ariosofía. Este movimiento mezclaba el concepto de las razas de la teosofía con el nacionalismo alemán para afirmar la superioridad de la raza aria como la base para la conquista alemana de los imperios globales coloniales de los británicos y los franceses como el gobernante legítimo de las razas inferiores. No obstante, debe señalarse que el movimiento teosófico nunca propuso sus enseñanzas acerca de las razas como justificación para afirmar la superioridad de una raza sobre otra ni previó destinar el derecho a alguna de ellas para gobernar a las demás.
En The Artic Home of the Vedas (El hogar ártico de los vedas) (1903), el antiguo defensor de la libertad India, Bal Gangadhar Tilak, añadió un detalle más al identificar la migración al sur de los habitantes de Thule con el origen de la raza aria, de tal manera que muchos alemanes a principios del siglo XX creían ser descendientes de los arios que habían migrado al sur desde Hiperbórea-Thule y que estaban destinados a convertirse en la raza suprema de superhombres mediante el poder del vril; Hitler se encontraba entre ellos.
La Sociedad Thule y la fundación del partido nazi
Félix Niedner, el traductor alemán del Viejo nórdico Eddas, fundó la Sociedad Thule en 1910. En 1918, Rudolf Freiherr von Sebottendorf estableció una sucursal en Múnich. Sebottendorf había vivido en Estambul durante varios años, donde formó una sociedad secreta en 1910, que combinaba el sufismo esotérico y la francomasonería. Se basaba en el credo de los “ assassins” (asesinos por motivos políticos) derivada de la secta nazarí del ismailismo islámico, que había florecido durante las Cruzadas. Durante su residencia en Estambul, Sebottendorf estuvo sin duda familiarizado con el movimiento pan-turaniano (pan-turco) de los jóvenes turcos, iniciado en 1909, el cual estuvo implicado en el genocidio armenio de 1915-1916. Turquía y Alemania fueron aliados durante la Primera Guerra Mundial. Una vez de regreso en Alemania, Sebottendorf fue también miembro de la Orden Germánica (Orden de los Teutones), fundada en 1912 como una sociedad de derecha con una logia secreta antisemita con el espíritu del movimiento de la ariosofía. A través de estos canales, la superioridad aria, el racismo, el antisemitismo, los asesinatos por motivos políticos y el genocidio se hicieron parte del credo de la Sociedad Thule. El anticomunismo fue añadido tras la Revolución Comunista Bávara en 1918, cuando la Sociedad Thule de Múnich se convirtió en el centro del movimiento contrarrevolucionario.
En 1919, dicha Sociedad creó el Partido de los Trabajadores Alemanes. A finales de aquel año, Dietrich Eckart, un miembro del núcleo de la Sociedad Thule, supuestamente inició a Hitler en la Sociedad y comenzó a entrenarle en sus métodos para aprovechar el vril en la creación de una raza aria de superhombres. Hitler tenía mente mística desde su juventud, desde que estudió ocultismo y teosofía en Viena. Más tarde, Hitler dedicó Mein Kampf a Eckart. En 1920, Hitler se convirtió en el líder del Partido de los Trabajadores Alemanes, ahora renombrado como el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (nazi).
Haushofer, la Sociedad Vril y la geopolítica
Karl Haushofer (1869-1946)(foto), un consejero militar alemán de los japoneses tras la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, fue otra influencia importante en el pensamiento de Hitler. Existe una creencia generalizada de que él fue el responsable de la posterior alianza Alemania-Japón debido a la extremada impresión que le causaba la cultura japonesa. También mostraba gran interés en las culturas india y tibetana, aprendió sánscrito, y decía haber visitado Tibet.
Después de haber fungido como general en la Primera Guerra Mundial, Haushofer fundó en 1918, la Sociedad Vril en Berlín, la cual compartía las mismas creencias básicas que la Sociedad Thule y algunos dicen que fue su núcleo. La Sociedad buscó el contacto con seres sobrenaturales bajo tierra para obtener de ellos el poder del vril. También afirmaba el origen centroasiático de la raza aria. Haushofer desarrolló la doctrina de la geopolítica y, a principios de 1920, se convirtió en el director del Instituto de Geopolítica en la Universidad de Ludwig-Maximilian de Múnich. La geopolítica defendía la conquista de territorio para obtener mayor espacio vital (en alemán Lebensraum) como un medio para adquirir poder.
Rudolf Hess fue uno de los estudiantes más cercanos de Haushofer y le presentó a Hitler en 1923, mientras éste último se encontraba en prisión por su fallido “Putsch” (golpe de estado). Después de eso Haushofer visitó a menudo al futuro F ührer, para enseñarle geopolítica en relación con las ideas de las Sociedades Thule y vril. Así, cuando en 1933 Hitler se convirtió en canciller, adoptó la geopolítica como su dirección para la conquista de Europa Oriental, Rusia y Asia Central por la raza aria. La clave del éxito sería encontrar los antepasados de la raza aria, los guardianes de los secretos del vril, en Asia Central.
La suástica
La suástica es un antiguo símbolo indio (foto) de inmutable buena suerte, proviene de la palabra sánscrita svastika, que significa bienestar o buena suerte. Usada por los hinduistas, budistas y jains durante miles de años, también se generalizó en Tibet.
La suástica también ha aparecido en la mayoría de las culturas antiguas del mundo. Por ejemplo, la variante que gira en contra de las manecillas del reloj, adoptada por los nazis, es también la letra “G” en la escritura rúnica medieval del norte de Europa. Los francmasones la tomaron como un símbolo importante ya que “G” podría significar “God” (Dios en inglés), el “Gran arquitecto del universo”, o podría significar también “Geometría”.
La suástica es también un símbolo tradicional del antiguo dios nórdico del trueno y de la fuerza (el Thor escandinavo, el Donner alemán, el Perkunas báltico). Por esta asociación con el Dios del trueno, tanto los letones como los finlandeses tomaron la suástica como la insignia de sus fuerzas aéreas cuando obtuvieron su independencia después de la Primera Guerra Mundial.
A finales del siglo XIX, Guido von List adoptó la suástica como un emblema del movimiento neopagano en Alemania. Los alemanes sin embargo no usaron la palabra sánscrita svástica, sino que la llamaron “Hakenkreuz”, significando “cruz gamada”. Derrotaría y reemplazaría a la cruz, igual que el neopaganismo derrotaría y sustituiría al cristianismo.
Al compartir el sentimiento anticristiano del movimiento neopagano, la Sociedad Thule también adoptó la “Hakenkreuz” como parte de su emblema y la situó dentro de un círculo con una daga Alemana vertical superpuesta. En 1920, siguiendo la sugerencia del doctor Friedrich Krohn de la Sociedad Thule, Hitler adoptó la “Hakenkreuz” dentro de un círculo blanco como el diseño central de la bandera del Partido nazi. Hitler eligió el fondo rojo para competir contra la bandera roja de su rival, el Partido Comunista.
Los investigadores franceses Louis Pauwels y Jacques Bergier, en Le Matin des Magiciens (La mañana de los magos) (1962), escribieron que Haushofer convenció a Hitler para utilizar la “Hakenkreuz” como símbolo del Partido nazi. Ellos postulan que esto se debió al interés de Haushofer en las culturas india y tibetana. Esta conclusión es poco probable, ya que Haushofer no conoció a Hitler sino hasta 1923, mientras que la bandera nazi apareció por primera vez en 1920. Es más probable que Haushofer haya utilizado la presencia generalizada de la suástica en India y Tibet como evidencia para convencer a Hitler de que esta región era el lugar de los antepasados de la raza aria.
Varios estudios de posguerra sobre nazismo y ocultismo, tales como el de Trevor Ravenscroft en La lanza del destino(1973)(foto), han afirmado que bajo la influencia de Haushofer y la Sociedad Thule, Alemania envió expediciones anuales a Tibet de 1926 hasta 1943. Su misión era, primero encontrar y después mantener contacto con los antepasados arios en Shambala y Agarti, ciudades subterráneas ocultas bajo los Himalayas. Expertos en el tema servían como guardianes de secretos poderes ocultos, especialmente del vril. Las misiones buscaban su ayuda para aprovechar dichos poderes en la creación de la suprema raza aria. De acuerdo con estos relatos, Shambala rechazó proporcionar ayuda alguna, pero Agarti accedió a ofrecerla. Posteriormente, desde 1929, supuestamente, grupos de tibetanos fueron a Alemania y fundaron logias conocidas como la Sociedad de los Hombres Verdes, en conexión con la Sociedad del Dragón Verde en Japón, con la intermediación de Haushofer, que supuestamente ayudaron a la causa nazi con sus poderes ocultistas. Himmler se sentía atraído por estos grupos de expertos tibetanos y agartianos y se cree que por su influencia fundó el Ahnenerbe en 1935.
Además del hecho de que Himmler no fundó el Ahnenerbe, sino que lo incorporó a las SS en 1937, el relato de Ravenscroft contiene otras afirmaciones dudosas. La principal es el supuesto apoyo de Agarti a la causa nazi. En 1922, el científico polaco Ferdinand Ossendowski, publicó Bestias, hombres y dioses, en el que describe sus viajes a través de Mongolia. En él relataba haber oído hablar de la ciudad subterránea de Agarti bajo del desierto de Gobi. Sus poderosos habitantes vendrían a la superficie, en el futuro, a salvar el mundo del desastre. La traducción alemana del libro de Ossendowski, Tiere, Menschen und Götter, apareció en 1923 y se hizo muy popular. No obstante, Sven Hedin publicó Ossendowski und die Wahrheit (Ossendowski y la verdad) en 1925, en el que desacreditaba las afirmaciones del científico polaco. Señala que Ossendowski había recogido la idea de Agarti de la novela de Saint-Yves d’Alveidre de 1886 Mission de l’Inde en Europe (Misión de India en Europa) para hacer su historia más atractiva al público alemán. Ya que Hedin tenía una gran influencia en el Ahnenerbe, es poco probable que esta oficina haya enviado una expedición específicamente para encontrar Shambala y Agarti y, posteriormente, hubiera recibido ayuda de la última.
PARA AMPLIAR MAS EL TEMA RECOMENDAMOS LEER: HITLER, LA CONSPIRACION DE LAS TINIEBLAS DE TREVOR RAVENSCROFT.(foto)